'El escándalo': Un punto para ti, Jay Roach

'El escándalo': Un punto para ti, Jay Roach

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En octubre de 2017, el mundo de Hollywood y la industria del cine mundial cambió por completo. Los escándalos (jeje) de acoso sexual contra Harvey Weinstein derrumbaron un muro hasta ese momento indestructible que hizo que toda la industria cinematográfica cambiase y saliesen a la luz una barbaridad de acusaciones contra el productor y otras grandes figuras clave del mundo del entretenimiento. Poco ante de que esto saliese a la luz, Roger Ailes, antiguo jefe de Fox News, fue acusado de acoso sexual por varias empleadas de la cadena, incluyendo presentadoras y periodistas de renombre. Esto es lo que nos relata El escandalo (Bombshell), la nueva película de Jay Roach.

La historia nos sitúa a mediados de 2016, en plena campaña electoral de Donald Trump para la presidencia de Estados Unidos. Durante este periodo, las vidas de tres trabajadoras de Fox News (la famosa presentadora, Megyn Kelly; una de las viejas glorias de la cadena, Gretchen Carlson; y una ambiciosa nueva trabajadora que hará lo que se con tal de ascender, Kayla) se cruzarán de una manera inesperada con un mismo objetivo: derrocar a Roger Ailes y a todos los directivos de la cadena que han permitido el acoso sexual durante años.

El hecho de que El escándalo esté basada en hechos reales aporta muchísimo a que la atención del espectador esté en la película, sobre todo en el caso del público español, un público que en su mayoría desconocía por completo el caso que trata. La película de Jay Roach consigue que se sienta extremadamente real todo lo que sucede en la pantalla. La autenticidad y ese factor de investigación (de hecho, por momentos se convierto casi en un documental) que tiene ayuda a que el espectador se ubique en la acción y a contar una historia que fue una de las semillas de lo que, bastante más tarde, se convertiría en el movimiento MeToo. Todos los elementos de la película (incluyendo el departamento de maquillaje y peluquería, que hace un trabajo espléndido) ayudan a crear ese universo que resulta tan duro por momentos.

Llegamos a uno de los puntos mas controvertidos, para mí, de la película: la dirección de Jay Roach. Hay ocasiones en las que la jugada le sale bastante bien al estadounidense, sobre todo en lo que tiene que ver con los actores o con los momentos más tensos de la obra, pero por momentos Roach se va convirtiendo en una especia de admirador de Adam McKay. El escándalo es la fusión perfecta entre la serie de Apple + The Morning Show y El vicio del poder, y lo más curioso es que sale bien. Sin embargo, esa imitación casi paródica de la dirección de McKay no le hace nada bien a la cinta, incluso le llega a restar, ya que esos movimientos de cámara y esos zooms tan característicos lo único que hacen es que el público termine por no entrar en la acción.

Hay que reconocer que el guion de El escándalo es, en su mayoría, una joya. Logra muy bien transmitir esa atmósfera de tensión y falsedad que se mantiene a lo largo de la película y consigue, de una manera muy digna, una fusión perfecta entre el entretenimiento de una obra de este estilo y la seriedad que atañe al tema del que trata. Esos toques de humor y mamarracheo que tiene funcionan para aliviar la tensión del momento y engancha al espectador para que quiera conocer más acerca de este controvertido caso. Sin embargo, creo que El escándalo se toma demasiado en serio a sí misma, y quiere ser más seria de lo que es en realidad (o de lo que se sentía en un primer momento a partir de tráilers y avances de la película). No le saca el suficiente partido a una historia y a un material que podría haber resultado tan interesante como divertido.

El apartado técnico de la película sí podemos decir que destaca (al menos, lo que hay). La banda sonora de Theodore Shapiro ayuda muchísimo a crear ese aura de misterio y tensión, llegando a su clímax en ESA escena de ascensor tan icónica y representativa que espero que pase a la historia como una de las mejores escenas del año. No puedo terminar este apartado sin mencionar, una vez más, el espectacular trabajo que ha realizado el departamento de maquillaje y peluquería. Concretamente, la Megyn Kelly de Theron es increíblemente reconocible. De los maquillajes más locos y realistas que he visto en una película dramática.

Quitando todo lo demás que hemos comentado, El escándalo se sustenta a base de lo que viene siendo un repartazo. Hay que destacar al trío de actrices protagonistas: Charlize Theron, Nicole Kidman y Margot Robbie realizan un recital interpretativo de primer nivel, cada una de ellas en un personaje muy alejado de su registro que logra convencer a la audiencia. Sobre todo, esto es aún más palpable en las interpretaciones de Theron y Robbie, que son las MVPs de la película con dos personajes tan diferentes como parecidos en algunos momentos. Nicole Kidman, por desgracia, tiene un personaje que termina descolgado y en un segundo plano, a pesar de que ella esté tan maravillosa como siempre.

En conclusión, El escándalo es una película que parece sacada de la vida real, casi como un documental. Jay Roach dirige una película de actores que, sin embargo, falla un poco en lo que viene siendo su realización y su ejecución tan Adam McKay, que consigue más apartar al espectador que aportar a la trama. A pesar de eso, Bombshell es una película entretenida, por momentos acida, que logra tratar un tema serio con mucha solvencia al mismo tiempo que logra ser cómica y rebajar la tensión con ciertos elementos (a pesar de que se le podría haber sacado más partido al material base). Concretamente, Charlize Theron y Margot Robbie están fabulosas en dos papeles tan complicados como alejados de su zona de confort.