'Y llovieron pájaros': Amor a la mejor edad

'Y llovieron pájaros': Amor a la mejor edad

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Está claro que el amor es uno de los temas más utilizados de la historia del cine. Amor heterosexual, homosexual, entre adolescentes, adultos, en la infancia, etc. Sin embargo, hay que dejar claro que el grupo social que menos está representando cinematográficamente hablando en este aspecto es el de la tercera edad. Sí que hay películas que han intentado mostrar este tipo de amor con películas como Amor, El exótico Hotel Marigold o En el estanque dorado, pero debería de haber más obras que tratasen este tipo de temática. Ahora nos llega Y llovieron pájaros, la nueva película de Louise Archambault.

La película nos cuenta la historia de tres ancianos que, después de llevar una vida complicada y llena de problemas, deciden retirarse y vivir como ermitaños en un bosque perdido de Canadá. Tras la muerte de uno de ellos, una curiosa fotógrafa acudirá para saber más sobre el fallecido y el dueño de un hotel cercano (y único contacto con la humanidad de estas personas) llevará allí a su abuela, para que viva en libertad sin tener que estar en una residencia. Los dos hombres y esta nueva mujer se intentarán adaptar a una vida completamente alejada de la sociedad en un ámbito de tranquilidad y relajación, amenazado por un gran incendio que se acerca rápidamente y los fantasmas de un pasado que intentan olvidar a toda costa.

Lo que cuenta Y llovieron pájaros me parece tremendamente interesante. La manera que tiene Archambault de tratar una historia sobre el vivir aislado del mundo, de mostrar este “retiro espiritual” como una forma de escapismo físico, me parece muy bien y estoy de acuerdo con su percepción. Pero para mí, su principal factor positivo es la historia de amor. Es de una valentía muy destacable el querer mostrar sin tabúes la relación existente entre dos ancianos que intentan dejar atrás sus vidas pasadas. Ambos han vivido mucho, y no precisamente de la mejor manera posible, pero cuando están juntos y comienza a nacer ese amor, casi se puede sentir como un amor adolescente, con esas miradas furtivas y esas medias sonrisas tan características. Es por eso que, en ese sentido, la cinta me parece muy atemporal, ya que cualquier espectador va a poder verse representado en la pantalla.

El guion tiene varios factores y temas muy interesantes que desarrolla con bastante soltura, pero no todo es bueno con este texto. Y llovieron pájaros se sale de su zona de confort y de su tono en muchas ocasiones, dejando al espectador perplejo. La película desprende naturalidad, sensibilidad y mucha paz en la mayoría de escenas, pero otras dejan esto por los suelos, demostrando una falta de sentimiento hacia los personajes tremenda. Está muy bien que intente ser sensible para tocar un tema tan importante como este, pero la película se toma demasiadas licencias en este sentido (sobre todo en dos momentos muy concretos), haciendo que nunca se termine de encontrar el tono y que la atmósfera de la película.

Por otro lado, los tres personajes que se llevan la película están bastante bien desarrollados y construidos. Se nota que Archambault ha querido centrar en ellos la historia de la película, pero esto hace que los demás personajes se vean planos y sin ningún sentido, ni evolución. Incluso alguno de estos tres protagonistas se acaba quedando a medio gas, con personalidades que no llegan a transmitir nada al público. Al final casi da la sensación de que la película no ha avanzado a ningún punto. Me encanta la relación de los dos protagonistas, pero todo lo demás me parece algo vacío, sin profundidad, y frío. Muy frío.

Los traumas del pasado también son un gran elemento a tener en cuenta en Y llovieron pájaros, y creo que la directora acierta con su posición y su manera de retratarlos. Utilizar el arte para contar una historia es algo que ya hemos visto y que puede resultar manido, pero creo que lo hace de una manera correcta y sencilla (como la misma película, vaya).

Pienso que el apartado interpretativo es el que termina alzando la película a otro nivel, ya que todos los protagonistas realizan interpretaciones de lujo. No son histriónicas, ni violentas, ni exageradas: los tres actores realizan trabajos calmados, naturales, sin ningún tipo de artificio interpretativo que les haga destacar unos por encima de otros. La manera que tiene Andrée Lachapelle de dar vida a esa anciana es preciosa. Estoy seguro de que muchos espectadores podrán ver representada a sus mismas abuelas en este personaje, que forma un tándem perfecto con el interpretado por Gilbert Sicotte. Ambos están impresionantes en dos papeles preciosos.

En conclusión, Y llovieron pájaros logrará conectar con la audiencia gracias a su tremendísima historia de amor. La manera que tiene la película de tratar un romance tan complicado y precioso al mismo tiempo es de una valentía aplaudible. Sin ningún tipo de tapujos (para bien como para mal), la cinta de Archambault trata temas de mucha importancia que interesan al público, pero no lo hace en el tono correcto. Su falta de sensibilidad en ciertos momentos rivaliza con esa fragilidad y esa relajación que intenta retratar y transmitir, y eso hace que este público termine perplejo ante tales salidas de tono. Las interpretaciones consiguen hacer que te olvides de estos pequeños detalles que, sin embargo, rebajan la película.