'El Diablo a todas horas': La siniestralidad de los pecados

'El Diablo a todas horas': La siniestralidad de los pecados

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La religión es un camino vital que se puede practicar de muchas formas. La práctica cristiana, la adoración musulmana, los ortodoxos…todos practican la creencia a su manera. Claro que en toda religión existen los pecados, esa carencia de valores alejados de los textos sagrados que hacen que el ser humano caiga en la tentación.

Por ello los humanos rezamos. Para pedir ayuda, dar gracias e incluso a veces tenemos pensamientos vengativos con el prójimo que nos hace algo. Netflix estrena el próximo miércoles 16 de septiembre El Diablo a todas horas (The Devil all the time) película dirigida por Antonio Campos y que nos sumerge en el corazón de la américa profunda para contarnos una historia generacional de dos pueblos a través de los ojos de sus protagonistas. Con uno de los mejores repartos que se podrán ver, el largometraje es un disfrute a nivel de interpretación y de una atmósfera vengativa con acordes rurales que son un manjar para los ojos.

El bien y el mal, la venganza contra el pecador…la película muestra algunos de los aspectos más siniestros de una América profundamente castigada, que recurre a la religión y la iglesia como salida a los problemas. La bondad y la maldad, todo está relacionado en una historia en la que el extremismo religioso es sin duda la gran crítica que hace el film.

Basada en la novela de Donald Ray Pollock, el largometraje es decadente con sus personajes y de una atmósfera casi gótica, pero porque la propia historia lo pide. En sus casi dos horas y media, conoceremos la vida de Willard Russell (Bill Skarsgård) tras regresar a casa después de la Segunda Guerra Mundial. Allí quedará conmocionado por lo que ha vivido y vuelve a su hogar con la esperanza de crear un futuro y poder reencontrarse con la fe. Tras echar raíces, tiene al pequeño Arvin (Tom Holland) con el que conoceremos otra parte de la historia generacional además de la relación con otras dos historias: Sandy (Riley Keough) y Carl (Jason Clarke)), una pareja de asesinos que llevan a cabo unas retorcidas prácticas fotográficas y el sheriff Lee (Sebastian Stan), un oficial de la ley de ciertas prácticas corruptas.

Se trata de una película que hay que disfrutar, ver y entender a nivel emocional. Su atmósfera quizás recuerde a series como la primera temporada de True Detective e incluso a un Fargo más rural, aunque no tengan nada que ver con ellas. Un largometraje excelente en el que Tom Holland hace un gran papel dejando de lado su traje arácnido para demostrar el buen actor que es. Otro de los atractivos de la cinta es la interpretación de Robert Pattinson, encarnando a un pervertido reverendo, siniestro y abrazado a la mentira.

El diablo a todas horas es una historia en la que la bondad está enfangada por la oscuridad del ser humano, un odio tapado a través de prácticas religiosas extremistas, en las que nos creemos altavoces de Dios, pero alejados del bien.

Lo mejor son sin duda las interpretaciones de los protagonistas en cada relato íntimo, aquello que heredamos de nuestra familia y hacia donde vamos. La venganza nunca es el camino, pero la película de Antonio Campos es sin duda uno de los mejores largometrajes a nivel de interpretación que se puede disfrutar en streaming.