'El Agente Topo': licencia contra la soledad

'El Agente Topo': licencia contra la soledad

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Olviden todo lo que han visto hasta ahora. Borren de su memoria a los James Bond, Sherlock Holmes o Carmen Sandiego. Personajes tan ficticios nunca podrán superar a la realidad, esa que nos hace reír, llorar y sentir en diferentes proporciones. Maite Alberdi está de vuelta (La Once, Los Niños), con una película entrañable y que es una verdadera cura contra la soledad.

El Agente Topo es la nueva película de la cineasta, un trabajo que representará a Chile en la carrera por el Goya y que es más que un film de espías. Alberdi retrata la soledad de las personas mayores a través de una mezcla de géneros que hacen de El Agente Topo un excelente ejemplo de creatividad.

La historia nos narra la postulación de un grupo de personas de la tercera edad para llevar a cabo un trabajo. Una labor que solamente un espía de cualidades dudosas puede llevar a cabo: infiltrarse en una residencia de ancianos para comprobar el estado de la madre del cliente.

A través de un meticuloso desarrollo, puesto en práctica de manera divertida, pero sin caer en el ridículo, mostrando un ritmo entrañable, el espectador se sumerge de lleno en la vida de la residencia de ancianos a través de este personaje. Un anciano viudo que fuera tiene su familia a pesar de sentirse en cierto modo solo.

Durante el desarrollo de la película no solamente comprobamos las pesquisas de la labor que se le han encomendado a nuestro protagonista, empatizamos con las historias de algunas de las residentes de tercera edad de la instalación. Desde personas con cierto grado de demencia a otras que simplemente están faltas de compañía. La película es un golpe a la conciencia de la sociedad humana, una llamada de atención para que pongamos nuestra mirada, la consideración y el amor por las personas que han dado su vida y su fuerza por sus familias. Un ejercicio de responsabilidad que dejamos de lado en muchos aspectos y aquí es relatado a través de tintes noir.

La relación con la tecnología es otro aspecto a destacar del film. Como vivimos en una sociedad en la que con un botón todo de soluciona y de manera constante vivimos alineados a un desarrollo tecnológico con el que debemos actualizarnos. Esto topa con nuestro protagonista a la hora de descubrir el envío de mensajes instantáneos.

El Agente Topo es una entrañable obra de arte que pone su mirada en la responsabilidad que debemos tener con la tercera edad, un trabajo que rebusca en nuestra memoria y pone la lupa en el amor que debemos seguir demostrando a nuestros abuelos.