'Madame Curie': el icono feminista de la ciencia

'Madame Curie': el icono feminista de la ciencia

3´5 Butacas de 5

Como cada año, 2020 no podía terminar sin una suma de biopics considerables. Es más, este diciembre está protagonizado por tres figuras históricas representando disciplinas de todos los ámbitos, desde la cantante de blues Ma Rainey al guionista Herman Makiewicz, pasando por la figura que hoy nos ocupa: Marie Curie.

Radioactive, titulada en España Madame Curie (recuperando así el título de la primera adaptación a la gran pantalla de la científica polaca), supone la quinta película de la directora Marjane Satrapi (Persépolis), una cinta abiertamente feminista y que desprende durante todo su metraje admiración por su personaje principal.

A través de una narración en flashback la directora desarrolla de forma completa la vida de la científica polaca, desde su primer encuentro con Pierre Curie hasta la gala de los Premios Nobel, siempre recurriendo a un carácter abiertamente feminista perfectamente integrado que funciona tanto como lectura contemporánea como retrato de la sociedad del siglo XIX. Esto último, unido a la poderosa interpretación de la siempre convincente Rosamund Pike conforman los principales pilares de una película que no deja de ser algo rutinaria y previsible. Sin embargo, a medida que la puesta en escena crece en creatividad, fundamentalmente en pasajes de carácter onírico, la película gana en innovación y actualización.

Pese a la sublime ambientación y a la labor de su intérprete principal, la ambición a la hora de contar en menos de dos horas de metraje una vida tan compleja como la que se relata hace de la cinta un compendio de altibajos en los que tras secuencias de ritmo acelerado se suceden otras que no terminan de cuajar ni en tono ni en ritmo (ejemplo de ello son unos constantes flashforwards que se dedican a mostrar las aplicaciones futuras de los descubrimientos de Curie).

Junto a ello, el escaso desarrollo de personajes secundarios hace mella, de forma contraproducente, en el de la protagonista. Ejemplo de ello es el personaje de Anya Taylor-Joy, actriz de moda este año por haber protagonizado una de las series más relevantes del 2020 (Gambito de dama) y con la que Madame Curie guarda grandes similitudes pese a la disparidad de entornos en los que se mueven.

En conclusión, pese a que Madame Curie no deja de ser un biopic básico, acerca al público una de las figuras más importantes de la historia estableciendo una rima con la actualidad. Gracias a su funcional ejecución tanto los espectadores que busquen aprender sobre ella como aquellos que meramente sean atraídos por su actriz principal quedarán satisfechos.