'El Cid': La majestuosidad del honor

'El Cid': La majestuosidad del honor

3 Butacas de 5

Los héroes de las epopeyas y cantares de gesta son las grandes leyendas que han acompañado a la historia de nuestro país. Acciones hechas por valerosos héroes y que eran narradas por el pueblo para demostrar el honor y la valía de hombres que se dejaban la piel por su país y rey. El cantar de El Cid es sin duda el más importante que tenemos en nuestra historia, forma parte de un relato marcado a espada y fuego en el corazón de nuestra literatura y de la vida.

La excelente calidad de la ficción nacional a través del cine y de las series ha permitido que conozcamos a pleno rendimiento la historia de El Cid a través de la pantalla. No estamos hablando de la película de Charlton Heston, para nada, toca centrarse en la nueva serie de Prime Video que llega a la plataforma de streaming el próximo viernes 18 de diciembre. Protagonizada por Jaime Lorente y con un reparto coral espectacular donde están intérpretes como Carlos Bardem, Juan Echanove, Ginés García Millán, Elia Galera o José Luis García Pérez, la adaptación del popular cantar de Gesta es un acercamiento a la figura de Rodrigo Díaz de Vivar (Ruy Díaz) a través de un proyecto ambicioso y de una excelente factura.

Hacer una serie o un proyecto sobre El Cid no es tarea fácil. No estamos hablando básicamente de construir unos decorados de la época, toca ceñirse a unas normas y valores, códigos como el honor, el amor al rey y a la dama, a unos factores sociales en los que las hazañas de los héroes levantaban el ánimo de un país que sucumbía ante las batallas entre cristianos, musulmanes y las avaricias de los Reinos de España.

José Velasco es el creador de un proyecto que no está hecho para una sola temporada. La historia de El Cid Campeador merece narrarse a través de diferentes etapas, debido a la superproducción que es y en la que no han escatimado en nada. En esta primera temporada, descubriremos los orígenes de Ruy Díaz antes de llegar a convertirse en la gran leyenda que fue.

A nivel producción es sobresaliente. No solo por sus espectaculares escenas de acción, sino por la ambientación, los efectos especiales y vestuario. Es sin duda uno de los mejores trabajos de época que se pueden disfrutar actualmente debido a estos factores, pero no todo en El Cid brilla como la Tizona (espada de El Cid).

El principal problema que le he encontrado a la serie es condensar tantas tramas en un primer capítulo. La narración no debe de ser pausada, debe de ser correcta y adaptada a cada escena además de narrar los acontecimientos por unos cauces en los que el espectador no se pierda. Los diálogos tampoco tienen en muchas ocasiones esa chispa tan necesaria y que la haga diferente. Es muy posible que esto se deba al reparto tan coral que hay y que tengan que definirse tantos personajes en los primeros capítulos. Quizás un aire más sosegado a los primeros episodios, en los que se vaya conociendo a los personajes sin formar parte de un gran batiburrillo hubiera ayudado más.

Las interpretaciones están por lo general de notable. Jaime Lorente es sin duda el que lleva el mayor peso creando un personaje más empático con las nuevas generaciones además de estar apoyado por unos secundarios excepcionales como Carlos Bardem, Elia Galera, Juan Fernández, Juan Echanove o José Luis Garcia Pérez. En el trabajo de Lorente se nota a un actor mucho más maduro y curtido además de que es una serie hecha a medida para él, para que siga demostrando el gran futuro que tiene por delante.

La exquisita maldad y hermosura de Alicia Sanz es otro de los grandes aciertos de la serie. La actriz encarna a la Infanta Urraca y le aporta a su personaje una mezquindad deliciosa que casa perfectamente con lo que se espera de ella, ayudando a que nos enamoremos de su interpretación.

En conclusión, El Cid es una serie para ir cabalgando sobre ella, su ambición y espectacularidad son sin duda su gran baza, pero también un bache sino se acierta a enmendar en las próximas temporadas la forma de exprimir todo el jugo que merece el gran Cantar de Gesta de Rodrigo Díaz de Vivar.