'Hope': el amor, una cura para la vida

'Hope': el amor, una cura para la vida

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Hay golpes en la vida que pueden cambiar nuestra rutina en un segundo. Momentos vertiginosos que hacen que lo que teníamos modifique radicalmente aquello que hacíamos. Metas que se quedan paradas, proyectos dejados de lado pero que, con un poco de esperanza y amor, todo es más llevadero.

Hope es la nueva película de María Sødahl, un largometraje basado en la propia vida de la cineasta y que golpea por completo el apacible momento de Anja al ser diagnosticada de un cáncer cerebral terminal justo el día antes de Navidad. Un puñetazo al alma de la familia que pondrá a prueba los sentimientos de nuestra protagonista y su marido Tomas (Stellan Skarsgard).

Una película absolutamente dramática que bebe principalmente de los diálogos y las emociones que se respiran en la atmósfera y en lo que supone para toda la familia el dolor de nuestra protagonista, por tratar de seguir hacia delante. Amargura, ilusiones rotas, pero sobre todo esperanza, un aspecto emocionante que convierte a la película en un verdadero canto a seguir luchando por lo que amamos.

El trabajo de su directora es excelente, la cineasta deja vía libre a sus dos protagonistas que llevan todo el peso de un film que cala, conmueve y sobre todo te hace abrazar la vida a pesar de las adversidades que podamos encontrar. Son los dos intérpretes, Skarsgard y Andrea Bræin Hovig, quienes se llevan los aplausos de la película. La actriz fue nominada a los Premios del Cine Europeo en 2020 por el papel y el film es candidato por Noruega al Oscar a Mejor Película de habla no inglesa.

Amor, drama, emociones a flor de piel y sobre todo esperanza en una historia intimista, frágil y hermosa, narrada como si fuera un diario de una semana donde conocemos las idas y venidas de una pareja que pasa por todas las fases del duelo de tratar de salir de los baches. Una película que también sumerge al espectador en la reconciliación con nosotros mismos y en dejar de lado los egos o el materialismo para centrarnos en lo que verdaderamente importa, mantener la esperanza por encima de todo.