'Destino: La Saga Winx': oscuridad, maldad y hormonas de hadas revolucionadas

'Destino: La Saga Winx': oscuridad, maldad y hormonas de hadas revolucionadas

2´5 Butacas de 5

Empiezo a perder la cuenta de la multitud de adaptaciones literarias y series de animación de mundos mágicos, que han sido llevadas en carne y hueso a la pantalla. Hubo una época en la que flipábamos con El Señor de los Anillos, Harry Potter e incluso Percy Jackson (al menos disfruté las dos que se hicieron). La cosa ya comenzó a irse de madre con Las Crónicas de Narnia, Cazadores de Sombras y Divergente, adaptaciones realmente nefastas que dejaron más sombras que luces.

Llegados a este punto y con una cantidad de proyectos de ficción de series ¿es que el cuerpo no merecía más? Por supuesto que sí, porque tras la fabulosa Los Bridgerton, la cancelada Memorias de Idhún, llega un nuevo aliento de esperanza para los adolescentes ‘Destino’ perteneciente a la Saga Winx.

¿Otra adaptación llena de oscuridad y hormonas revolucionadas? Exacto, ni más ni menos. En eso consiste la primera tanda de seis episodios que estrena Netflix el próximo viernes 22 de enero. El espectador se sitúa en Alfea, el lugar en el que residen las hadas, cursan sus estudios o disciplinas mágicas, y al que llega Bloom, un hada adolescente que tratará de controlar sus poderes además de superar sus traumas. ¡Oh sí, estás leyendo a la perfección! Las protagonistas tienen incluso traumas personas que no pueden superar con un chasquido de dedos.

Todo cambia en Alfea cuando aparece un cadáver en peores circunstancias que una llaga de Freddy Krueger. Esto tiene que ver con la aparición de unos seres tenebrosos, oscuros y malvados como son los Quemados. A raíz de eso comenzará una investigación en el lugar de los hechos mientras que nuestro grupo de hadas protagonistas, Bloom, Stella, Terra y Aisha tratarán de controlar sus poderes, aprender nuevas artes y de paso prepararse para una guerra que está a punto de controlar.

Es evidente que esta primera tanda de capítulos no me ha sorprendido. A pesar de pretender mostrar un aspecto maduro en sus personajes, todos los patrones están cortados por los mismos clichés de series teen, con diálogos difusos, alguna escena que sí merece la pena pero que sigue todos los estereotipos que se puede esperar de ella. Es evidente que puede funcionar entre el público joven pero el problema está en que la juventud actual está tan desmadrada en niveles generales que todo lo que acontece aquí pueda ser tomado a risa.

Como aspectos positivos de la serie destacan principalmente los momentos de oscuridad, algunos de ellos son intrigantes y han despertado mi curiosidad, pero es una pena que terminen diluyéndose al pretender mostrar tanta ambición y complejidad en algunas tramas ya que el espectador se puede perder. Una serie correcta que llamará la atención de quienes deseen dejarse llevar por algo superfluo y donde la magia de las hadas termina con un simple chasquido de dedos.