'Loco por ella': la ternura en los tiempos de la desmesura

'Loco por ella': la ternura en los tiempos de la desmesura

3´5 Butacas de 5

Nadie está a salvo de la locura. Ya sea de forma racional o irracional, no escapamos de ella. Por amor, ansiedad, placeres, diversión…es una sensación que convierte a las personas en seres auténticos, con sueños y esperanzas también ante un mundo que nos aparta la mirada.

Las enfermedades mentales por desgracia existen. Problemas que se padecen a consecuencia de algún trastorno personal, experiencia vital o por una necesidad ajena de alejarse de una sociedad carente de valores. Cierto es, que en muchos de los casos cuando nos topamos con historias de este tiempo, tendemos a asustarnos, a reír y huir definitivamente sin plantarle cara.

Ocurre que cuando alguien lo plasma de manera elegante, tierna y humana, somos capaces de abrir los ojos, órganos que han estado cegados por completo y que no somos capaces de ver más allá de nuestro propio egoísmo. Dani de la Orden es un ejemplo de hacer fácil lo difícil, de convertir una historia que, aunque a muchos les pueda parecer monótona, le saca el jugo necesario para convertir una comedia romántica en un alegato a la necesidad de sentir y escuchar a nuestro ser interior. Comedia dramática, comedia, el cine para De la Orden es un juego de niños con el que disfruta desde el primer día.

Loco por ella es la nueva película del cineasta, largometraje que se estrena en Netflix el próximo 26 de febrero. Protagonizada por Álvaro Cervantes y Susana Abaitua, narra el guion de Natalia Durán y Eric Navarro a través de dos jóvenes protagonistas que se conocen en una noche rutinaria pero que acaba siendo mágica. Dani (Álvaro Cervantes) encarna a un joven despreocupado por los típicos problemas le afectan a cualquiera de nosotros. Centrado en su trabajo y en disfrutar de la vida, se cruza en un bar con Carla, una chica misteriosa, feliz e intensa con la que pasa una noche única y especial. Tan diferente es esa noche que acaba descubriendo que Carla es una residente de un centro psiquiátrico, un lugar en el que accede a ingresar voluntariamente para dar solución a su locura de amor por ella.

A priori podemos pensar que estamos ante la típica historia romántica pero como decía previamente, Dani de la Orden ejecuta la película con elegancia, ternura y mucha humanidad. No convierte la narración en ningún momento en algo básico, al contrario, saca el jugo al dolor y amor de los protagonistas y secundarios, presentándonos a unos personajes tan humanos, ilusionados como llenos de tristeza.

En el apartado de los secundarios encontramos a Luis Zahera, Aixa Villagrán, Nil Cardoner, Txell Aixendri, Eduardo Antuña, Paula Malia o Alberto San Juan entre otros. Cada uno de los personajes tiene un rol muy específico en la cinta, pero para este que les escribe estas líneas tan sinceras, son Luis Zahera y Aixa Villagrán quienes se llevan la gran ovación. El primero por mostrarnos un rol absolutamente diferente a lo que viene haciendo. Saúl (Zahera) es un personaje único, deprimido y con un dolor muy especial debido a la historia oculta que padece. El actor no solo nos hace reír, sino también llorar por la ternura que desprende. Lo mismo ocurre con Aixa Villagrán, una residente con una enfermedad mental que hará soltar a más de uno una carcajada, pero a la vez empatizar con lo que la ocurre realmente. Los dos están espléndidos como sus dos protagonistas, Álvaro Cervantes y Susana Abaitua, interpretando a dos seres humanos destinados a entenderse y cuidarse sin que ellos lo sepan. Afines a una sociedad que aún seguimos sin entender estos problemas y tachando con el calificativo de loco a cualquier soñador que necesita ayuda.

Otro de los aspectos positivos del film, y aunque pase de puntillas sobre ello, es suficientemente elegante y cómico. Hablo del sensacionalismo de los medios de comunicación. El buscar constantemente los clicks en la lectura de las noticias, tergiversando los verdaderos datos y buscando simplemente llamar la atención sin escrúpulos despreocupándose de la verdadera esencia de la historia. Es Alberto San Juan quien también merece muchos halagos pese a la brevedad de su personaje, encarnando al vil editor que solamente se mueve por los intereses del morbo, caricaturizando a estos seres que por desgracia siguen haciendo.

Loco por Ella es una notable película hecha con elegancia, ternura, inteligencia y por supuesto humanidad. Una historia entretenida, que se disfruta en pequeñas píldoras alejando nuestra mentalidad de la locura urbana que respiramos a diario.