'Minari. Historia de mi Familia': rompiendo el sueño americano

'Minari. Historia de mi Familia': rompiendo el sueño americano

4´5 Butacas de 5

El director Lee Isaac Chung ha equilibrado la visión de un padre y un hijo para construir la película que arrasó en Sundance 2019 y en los galardones del Gremio de Actores. Una obra personal y poderosa que pone en duda el American Dream con una familia que necesita creer en algo antes de perder toda su fe en los demás.

En esta historia con múltiples protagonistas, seguimos los pasos de David, un niño coreano-americano de 7 años, ve cómo a mediados de los años 80 su vida cambia, de la noche a la mañana, cuando su padre decide mudarse junto a toda su familia a una zona rural de Arkansas para abrir allí una granja, con el propósito de lograr alcanzar el sueño americano.

Se trata, sin duda, de una película muy accesible y humana. Un soplo de aire fresco para la esperanza sin caer en ningún momento en una trama cursi o remilgada. Con una puesta en escena soberbia, el film funciona tan tranquilo como el fluir de un rio; mezclando el exuberante ambiente rural con las deslumbrantes actuaciones de sus personajes. Un retrato de la soledad personal frente al vacío natural.

Siendo una película autobiográfica, inspirada en la niñez del director, son muchos los temas de los que trata la película; desde el cambio social de pasar de la ciudad al campo, a las disputas y discusiones familiares, pasando por los conflictos generacionales y el choque cultural coreano-americano. Todo ello barnizado con crudeza, cariño y adornado magistralmente con un sutil toque de humor.

Su valor añadido, es que se trata de las pocas películas estadounidenses que retrata, sin tapujos ni reparos, la experiencia migratoria, especialmente el de las comunidades orientales. El choque de culturas y la falsa promesa de vivir tus sueños es la base del drama en Minari.

En conclusión, esta película llena de ternura, crudeza y personalidad, es un auténtico caramelo para cualquier cineasta que quiera pasar por las salas. Se trata de una experiencia emocional, amorosa y delicada, con un carácter tan personal que te hará formar parte al instante de esta peculiar familia.