'Otra Ronda': sorbos para la vida

'Otra Ronda': sorbos para la vida

5 Butacas de 5

Thomas Vinterberg lo ha vuelto a hacer. El responsable de La Caza, saca de su interior una nueva historia, una película excelente con la que brindar por el buen cine. Empezar una crítica directa es la mejor manera de ser sincero con el espectador porque Otra Ronda es un largometraje que se paladea de inicio a fin.

El drama y la comedia caminan juntos en un largometraje que no dejará indiferente a nadie. La vida de cuatro profesores de instituto que se embarcan en un experimento sociológico en el que deberán mantener la tasa de alcohol al mismo nivel para demostrar que la conducta humana puede mejorar en todos los aspectos de la vida con alcohol en la sangre.

Quizás a botepronto el argumento de la película suene disparatado, pero nada que ver con eso es Otra Ronda. Es una catarsis que deja extenuado no solo al espectador sino a la propia película convirtiendo las miserias del ser humano en alabanzas a la vida y estas a la vez en un río depresivo de nuestros problemas.

Un largometraje que pone sobre la balanza del equilibrio lo que está bien y está mal, nuestra conducta social y por supuesto el llevar sobre nuestras espaldas los problemas que nos golpean a diario. El secreto de la película no solamente es la mezcla de géneros sobre la que está construida, es la atmósfera de alcohol, de miserias y alegrías con un elenco protagonista que son los cubitos de hielo que dan frescor al film.

Mads Mikkelsen, Thomas Bo Larsen, Magnus Millang y  Lars Ranthe son la piedra angular de una película que representa nuestras sensaciones en cada trago. Esos momentos de felicidad entre amigos y a la vez de pena al darnos cuenta de lo triste que es una vida que se diluye en un vaso de whisky.

No solamente está construida sobre momentos hilarantes de cualquier borracho con sentido o sin capacidad moral, a pesar de su previsibilidad, lo errático se convierte en puro oro y uno sale del cine cimentando un espíritu en el que nos vemos reflejados para tratar de cambiar o de desmoronarnos.

La temática de la película no está basada únicamente en la inmadurez o madurez de sus protagonistas sino también en dejar de lado aquellos tiempos de juventud y darnos cuenta del paso a la vida adulta, a la mediana edad en la que tiempos pasados fueron mejores. Lo políticamente correcto acaba siendo incorrecto y así sucesivamente para demostrarnos que Otra Ronda es la película que esperábamos para seguir disfrutando del buen cine que nos deje exhaustos.