'Oxígeno': ¡Necesito respirar!

'Oxígeno': ¡Necesito respirar!

3´5 Butacas de 5

Ya lo cantaba Medina Azahara: “era una tarde de abril, con tiempo de primavera. juntos fuimos hasta allí, a recordar algo nuestro…”. Reconozco que me he puesto la canción al acabar la película pero es que Alexandre Ajá es un tipo que sabe siempre lo que se hace. Se le pueden discutir muchas cosas de sus películas: falta de calidad, humor, empuje…puedes ponerle pegas, como a cualquier otro cineasta que no logre conquistarte su película, pero Alexandre siempre transmite lo que quiere.

Después de las muy discutibles Reflejos, Cuernos y Piraña 3D, el director de Alta Tensión, vuelve a sumergirnos en una historia que atrapa desde el inicio para introducirnos en una cápsula de criogenización narrando un relato de ciencia ficción mezclado con un drama emocional.

Oxígeno funciona perfectamente en cuanto a duración, ritmo y empuje. Sin duda la historia claustrofóbica mantiene todo el peso que necesita un largometraje de este tipo. El espectador convivirá con ansiedad, dolor, traumas, intriga y obviamente angustia, mucha, porque su intérprete, Mélanie Laurent está soberbia en el lenguaje físico y emocional de la película.

La película narra la angustia de una mujer por tratar de salir de una cápsula en la que aparece encerrada. Lo peor no es eso, es que solamente le queda un 35% de oxígeno para sobrevivir por lo que tendrá que averiguar la manera de salir del lugar además de recordar ¿quién es? Y ¿por qué está ahí?

A priori estamos ante una premisa quizás vista por el público en anteriores ocasiones como ‘Buried’ o más intensa como en ‘Última Llamada’ pero el manejo la ejecución de la película en las manos del cineasta, la hacen mucho más pausada en momentos, intensa en otros y capaz de mantener la tensión durante todo el metraje.

Un largometraje que nos sumerge en la supervivencia de nuestra protagonista además del terror psicológico que supone estar encerrada en una cabina con el único contacto de nuestra voz y M.I.L.O. la inteligencia artificial que lleva el manejo de la propia cápsula.

Oxígeno es una apuesta segura, notable y bien ejecutada en muchos aspectos. Tanto en la emoción, la angustia, el pulso de la cámara en espacios tan reducidos y de la narración, que hacen de la nueva película de Alexandre Ajá un producto para quienes busquen emociones fuertes e intensas.