'Érase una vez en Queens': ideal para los amantes del drama deportivo

'Érase una vez en Queens': ideal para los amantes del drama deportivo

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El pasado lunes asistí a la proyección de esta película, y mientras la veía, no dejé de acordarme de He Got Game/Una mala jugada (1998), por sus muchos puntos en común, pero para despejar todavía más mis dudas decidí verla ayer por la noche. Ambas tienen una estructura similar, un protagonista con dudas relacionadas con su futuro a corto plazo, el baloncesto como tema secundario en la historia y un final más o menos abierto (no voy a destriparlos ni en este primer párrafo ni el resto de la reseña).

Nota (1): El impacto de “Una mala jugada”, de Spike Lee, a largo plazo fue tan grande que el apodo más conocido de Ray Allen, quien tuvo una larga y exitosa carrera profesional en la NBA, fue Jesús Shuttlesworth, el nombre de su personaje.

Boogie/Érase una vez en Queens es la ópera prima de Eddie Huang, su director y guionista, por lo que hay un claro desequilibrio entre sus virtudes y defectos, algo que podrá pulir de cara a sus siguientes proyectos. Reconozco que tiene una banda sonora de hip-hop bastante potente a ratos, enseña bien el conflicto del protagonista con sus padres y las diferentes opciones que quieren para el futuro de su vástago, y los partidos de baloncesto, tanto en los oficiales como en la cancha callejera, están bien rodados.

Sin embargo, el guion hubiese necesitado otro repaso para pulir la relación del personaje con sus compañeros de instituto (también con su pareja), y un final con algo más de claridad, pues lo deja demasiado a la interpretación del espectador.

Nota (2): Ni mucho menos hay un paralelismo entre la historia ficticia del protagonista con la de Jeremy Lin, un jugador estadounidense de origen asiático con cierta presencia en la NBA hace unos años.

En resumidas cuentas, es una cinta ideal para los amantes de los dramas deportivos e ideal para pasar una tarde, sin un plan mejor, en una sala de cine.