'El Año de la Furia': el yugo de la dictadura

'El Año de la Furia': el yugo de la dictadura

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Las dictaduras, vengan de donde vengan, son siempre una terrible lacra que acaba con la vida de inocentes. Personas que tratan de sobrevivir en una sociedad en la que no se respetan los derechos humanos de aquel que piensa diferente.

El cine nos ha mostrado diferentes ejemplos de dictaduras. La España franquista, la cubana comunista y la argentina fascista son algunos de los ejemplos que hemos podido ver, y de como esos terribles fantasmas que corrompen el alma humana se han extendido a otros lugares que en un principio minimizaban lo que acontecía.

El año de la furia es otro ejemplo más cinematográfico de dictadura, en este caso de la uruguaya. País que sufrió el latigazo fascista de los militares no ceñidos a la constitución y que se levantaron en un golpe de estado en 1973. La película aborda la historia del golpe años antes de que estallase, iniciándose con la persecución a partidos políticos que luchaban por los derechos sociales, la ilegalización de sindicatos, la manipulación de medios de comunicación y las terribles torturas y encarcelamientos que sufrían los ciudadanos.

Dirigida por Rafa Russo (Amor en defensa propia), y protagonizada por Joaquín Furriel, Alberto Ammann, Daniel Grao y Martina Gusmán, el elenco cuenta con el respaldo coral de Sara Sálamo, Maribel Verdú, Paula Cancio, Miguel Ángel Solá o Sebastián Iturria.

El guion del largometraje parte desde un año antes de que estallase la dictadura. Mientras el país se desmorona poco a poco hacia el militarismo, Diego y Leonardo encarnan a dos guionistas de televisión con el que tienen un amplio éxito gracias a su crítica mordaz a las injusticias. Conscientes de lo que se empieza cocer en el país, luchan contra sus jefes para tratar de seguir ofreciendo sus sátiras políticas con la alargada sombra de los opresores acercándose.

Es en ese punto de la historia, la oscura y terrorífica del fascismo, en la que descubrimos a Rojas (Daniel Grao), un teniente del ejército que acata órdenes y tortura a simpatizantes del bando contrario a ellos, mientras que trata de luchar con sus fantasmas interiores a través de la lujuria con Susana, una prostituta que forma parte del círculo íntimo de Diego y Leonardo.  

Nos encontramos ante una película de personajes, en la que sus emociones, virtudes y defectos frente al espejo de cada uno de ellos, harán que el espectador empatice con cada uno de ellos. Bien es cierto que algunos de ellos están mucho mejor construidos que otros, además de que la historia de Rojas y Susana es la que más importancia emocional termina encontrando el largometraje por su dureza.

La censura de los medios no es nada nuevo, pero Alberto Ammann y Joaquín Furriel ofrecen dos interpretaciones correctas y con el carisma del terror como trasfondo. Los dos protagonistas se contagian de la situación por la que atraviesan sus personajes, luchando contra viento y marea ante un golpe de furia que terminará estallando en sus manos.

Las palmas y vítores de la película, se los lleva la pareja formada por Daniel Grao y Martina Gusmán. Dos interpretaciones llenas de un gran magnetismo y química en la que ambos despliegan sus miedos, el dolor, la rabia y el amor por tratar de sobrevivir a una oscuridad de terror convertida en dictadura. Es más, la trama de ambos podría servir para crear una película nueva por completo y mucho más emocional.

Aquellos que busquen en El año de la furia acción o ingredientes más profundos del thriller, se pueden llevar una decepción porque no es una película que necesite de ello. Estamos ante un drama de personajes, en donde las decisiones que toman se ven envueltas en un círculo sin salida en la que la vida acaba derrotada ante el terror de la dictadura.