'Sueños de una escritora en Nueva York': la importancia del elenco

'Sueños de una escritora en Nueva York': la importancia del elenco

4 Butacas de 5

Con el crecimiento de la industria audiovisual, la literatura ha pasado a un segundo plano en todo lo relativo al entretenimiento. El cine se ha hecho un hueco tan importante en nuestras vidas que ha provocado que la lectura se convierta en una actividad muy secundaria que solo unos pocos realizan. Sueños de una Escritora Nueva York viene para animarnos a retomar con más constancia esta maravillosa forma de arte.

Este filme protagonizado por Sigourney Weaver y Margaret Qualley, y dirigido por Philippe Falardeau, está basado en la novela autobiográfica de Joanna Rakoff en la que cuenta su experiencia como becaria en la agencia literaria encargada de gestionar las obras del recluido escritor J.D. Salinger.

En general, la película funciona bien, contando con unos puntos bastante fuertes que hacen que disfrutemos del tiempo que estemos viendo esta obra en la sala de cine. Pero las sensaciones que nos transmite la trama en primera instancia son bastantes escasas. El arranque es, en cierto modo, bastante lento, dejando bastante que desear en cuanto a la narrativa. Pero según avanza la historia, y con ella sus personajes, la película consigue engancharte para que no te quieras perder el destino de la joven aspirante a escritora.

Las interpretaciones de Sigourney Weaver y Margaret Qualley son seguramente la clave de que la película funcione. Son el plato fuerte de la totalidad de la trama, ya que a pesar de que la labor de dirección está bien realizada, es una realidad que es una historia que es difícil que funcione bien para el público, sobre todo teniendo en cuenta la falta de innovación que tiene la propia trama.

Dicho con otras palabras, en Butaca y Butacón creemos que este drama, por el simple hecho de cómo está realizada, complacerá el apetito cinematográfico de sus espectadores, pero ponemos en duda si la elección de un elenco con tanto caché será suficiente como para competir con el resto de obras que se avecinan a las salas en las siguientes semanas. Estará en manos del gusto de cada uno.