'Hombre muerto no sabe vivir': "La lealtad, un valor que la sociedad está perdiendo, en una época que ya no existe"

'Hombre muerto no sabe vivir': "La lealtad, un valor que la sociedad está perdiendo, en una época que ya no existe"

1´5 Butacas de 5

Hombre muerto no sabe vivir es el primer largometraje como director, productor y guionista de Ezequiel Montes, film que llegará a los cines el próximo 2 de julio. La película acaba de pasar por el 24 Festival de Cine de Málaga, en la que participa en la Selección Oficial. Está protagonizada por Antonio Dechent, Rubén Ochandiano, Elena Martínez, Jesus Castro y Paco Tous.

Este thriller andaluz gira en torno a Tano (Antonio Dechent), quien ha trabajado toda su vida para Manuel, un empresario de la construcción que en épocas mejores controló toda la ciudad. Ahora, a la vejez, Tano ve como Manuel (Manuel de Blas) ya no puede llevar la empresa y toda la estructura se enfrenta a un cambio generacional, a nueva gente, nuevos negocios, nueva forma de llevar la empresa, pero la misma violencia de siempre.

La historia se centra en las mismas tramas y subtramas de los thrillers. Un hombre está a punto de caer de la cima y su brazo derecho hará todo lo que haga falta para continuar el legado del crimen. Esto puede ser concebido como una virtud o una desventaja, dependiendo puramente del tipo de historia que os guste.

Si lo que buscáis es un guion que haga temblar las estructuras y bases del género esta no es vuestra película. Nada más lejos abraza sus bases y ofrece una historia manida que no termina de funcionar correctamente.

Las traiciones y giros de la trama resultan en algunas ocasiones muy forzados y previsibles, llegando a ser a veces tedioso debido a la larga duración de la película (para la historia que quiere contar).

En cuanto a sus personajes, no ofrece roles profundos con virtudes y defectos que puedan causar algún tipo de empatía con el espectador. Los más reseñables son la “banda” de gitanos, que, aun estando muy estereotipados, ofrecen algo distinto dejándote con ganas de saber más de ellos. Su reparto es muy variado, con grandes “titanes” de la industria que solamente cumplen en esta película.

Por otro lado, la dirección, fotografía y arte son justas y no muy destacables, ya que se basan en escenificar cada secuencia con unas distribuciones de planos y movimientos de cámara muy sencillos. De hecho, rara vez nos encontramos con planos que arriesguen más de la cuenta o alguna escena reseñable.

Aun así, hay un aspecto de la película que me ha encantado: sus efectos prácticos. Cada vez que usan el maquillaje es increíble. Se nota que han trabajado mucho en este aspecto para dar el mayor realismo posible y así intentar crear una atmósfera de crudeza adecuada para la película. El problema es que no llega a conseguirlo del todo debido a sus efectos visuales y sonoros. Durante el transcurso de la historia los personajes se meten constantemente en peleas y tiroteos que no resultan creíbles, llegando a destruir esa atmósfera que sí que conseguían con su maquillaje.

Bajo mi criterio creo que la película tiene un gran fallo y es su producción. Creo que era una historia que se podría haber contado en menos tiempo para ahorrar presupuesto y así haber podido distribuir mejor sus recursos (sobre todo al tratarse de una película “menor”) para dar así unas cuotas de calidad mayores. En muchos momentos se nota la falta de medios, y eso es un problema que se podía haber solucionado en la preproducción pudendo haber dado como resultado una película un tanto “resultona”.

Al final esta cinta no consigue llegar a unas cuotas de calidad reseñables frente a otras producciones de mismo presupuesto, quedando como resultado un thriller no muy conseguido que podría haber dado mucho más de sí.