'Damas de Hierro': la necesidad de ser libres

'Damas de Hierro': la necesidad de ser libres

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La violencia machista es una de las mayores lacras que arrastra la sociedad mundial. Los terribles asesinatos de mujeres a manos de sus perpetradores, acaban no solamente con la vida de una persona sino también con las de su alrededor. Una situación triste, dramática y que nos rompe por dentro cada día que encendemos la televisión para ver las noticias.

Tratar un tema como este, con tintes de humor negro, no es que sea una receta de fácil cocción, al contrario, hay que hilar muy fino para adentrarse en el trasfondo de la cuestión. Damas de Hierro es el ejemplo perfecto de comedia negra con una profundidad dramática que funciona gracias a su trío protagonista.

La película narra la historia de Inkeri, mujer de 75 años que está planeando enterrar a su marido, al que acaba de matar de un sartenazo. Cuando se da cuenta de que va a pasar el resto de su vida en la cárcel, se lanza a un enloquecido último viaje con sus hermanas Sylvi y Raili.

Pamela Tola dirige una road movie llena de sentimentalismo, humor y con muchísimo corazón. Sus tres actrices están soberbias, con situación realmente disparatadas en más de una ocasión que nos permiten saborear una película con capas entrañables, pero con una acidez que crítica la oscuridad en la que viven inmersas muchas personas de la sociedad.

Una historia que también habla sobre el descubrimiento de la vida, de hacer aquellas cosas que por circunstancias no hicimos y que llegado el momento hay que emprenderlos. La película, con un gran trasfondo feminista, ofrece una historia libre en la que deja de manifiesto que no hay edad para ser libres ni sentirnos amados.