'Escape Room 2: Mueres por Salir': Tensar la cuerda

'Escape Room 2: Mueres por Salir': Tensar la cuerda

2´5 Butacas de 5

En 2019, el fenómeno Escape Room superó con creces las expectativas económicas y fue todo un éxito mundial a nivel de taquilla, llegando a recaudar 155 millones de dólares, multiplicando así casi por veinte su presupuesto (9 millones). Este logro pudo deberse al boom y al auge que las escape rooms estaban cosechando entre la sociedad, y es que a quién no le gusta demostrar su inteligencia, lógica y astucia para conseguir un triunfo ante sus adversarios y el propio juego. Por suerte, no nos tenemos que enfrentar a la partida de vida o muerte que nos presentan en el título, y es que de ser así la mayoría duraríamos menos que Martin Scorsese en un set de Marvel. 

Ahora bien, después de las múltiples ganancias que cosechó la primera entrega, Adam Robitel se vuelve a poner a cargo de esta estirada de chicle… ¿necesaria? Si bien estuvimos ante una primera parte lineal, plana y carente de emoción a la par que grata y amena para los amantes de propuestas al estilo Cube, Saw o La Habitación de Fermat (aunque no alcanzara el nerviosismo de estas), el director estadounidense ha sabido reconducir su secuela hacia un escenario más tenso, excitable y dinámico. Y esta es la gran baza con la que cuenta la producción que nos ocupa.

Los supervivientes de su predecesora (Zoe y Ben) querrán destapar y hacer justicia por lo acontecido anteriormente; no obstante, y para su desgracia, volverán a verse involucrados en un nueva y malintencionada partida. Estas dos figuras compartirán juego junto a otras cuatro que lograron salir con vida en diferente escape rooms, creando así una especie de reunión de campeones. Aunque la fórmula no sea muy dispar a la que ya vimos, estos nuevos personajes mostrarán una faceta mucho más benigna y se verán envueltos en sucesivas pruebas y consiguientes obstáculos que mantendrán al respetable inquieto en la butaca, viéndose alterado por momentos su pulso cardíaco.

Esta segunda entrega está compuesta por súbitos e inesperados momentos, siendo su prolongada y exhausta actividad la que consigue que en ocasiones el espectador se quede sin respiro y aliento, una lástima que se tome la licencia de recular en su afán de sorprendernos. Pero este no es el principal aspecto que empaña un conjunto que estaba aceptablemente conducido, sino que serán algunas erráticas decisiones tomadas las que harán devaluar esta partida que nos presentan, ya sea introducir sin ningún tipo de argumentación un personaje en forma de deux ex-machina o su abrupta conclusión. Es curioso que este título tome por nombre Escape Room 2: Mueres por salir, y es que parece que los que mueren por salir de esta película son sus propios guionistas. Estamos ante ese tipo de producciones que, después de haber conectado todas las piezas de la historia y haber mostrado toda su suculenta baraja, sin darse cuenta ya ha llegado a su final y se decide huir por la vía rápida. No sé si la intención es hacer volar la mente del espectador, pero está bastante lejos de conseguirlo, quedando finalmente la sensación de que no han sabido cómo concluir.

En definitiva, para el que escribe estas líneas, Escape Room 2: Mueres por salir es una entrega más tirante, activa e impresionable pese a su fallida resolución y su reiterada visión. Una pasajera cinta que no sabe cómo escapar, pero que mantendrá al público exhausto durante buena parte del metraje. Si sois fans de la primera, esta secuela os resultará un juego muy atractivo. Si por el contrario, no os entusiasmó en demasía, esta segunda parte satisfará algo más vuestro paladar.