'La Ruleta de la Fortuna y la Fantasía': Hamaguchi cautiva con su nueva película, llena de coincidencias y belleza

'La Ruleta de la Fortuna y la Fantasía': Hamaguchi cautiva con su nueva película, llena de coincidencias y belleza

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Sin duda alguna, Ryûsuke Hamaguchi ha sido uno de los nombres claves del panorama cinematográfico en 2021.  El director japonés, conocido por joyas como “Asako I & II, ha presentado este año sus dos últimas películas por todo lo alto: “Drive my Car”, estrenada en Cannes y acogida de manera muy positiva por la crítica, logró alzarse con dos galardones, mientras que “La Ruleta de la Fortuna y la Fantasía (Wheel of fortune and fantasy)” fue reconocida con el Premio del Jurado en la pasada edición del Festival de Berlín.

Esta última es, en esencia, un conjunto de tres historias breves articuladas entorno a conceptos como la coincidencia o el destino. Continuando con el estilo desplegado es sus anteriores cintas, Hamaguchi somete a sus personajes al poder evocador de dichas fuerzas para comprobar cómo estas actúan en los niveles más íntimos de sus vidas -sus relaciones, su pasado, sus deseos- y explorar de manera inteligente y certera diferentes facetas de la vida contemporánea.

El director japonés logra enganchar ya desde el primer relato, en el que nos presenta un curioso triángulo de amor protagonizado por una joven un tanto inmadura, su exnovio y su mejor amiga. Son, sin embargo, los dos últimos cortos en los que Hamaguchi luce su maestría a la hora de filmar y, en especial, a la hora de hacer uso de la palabra: la segunda historia contiene una secuencia de conversación maravillosa entre un profesor y su alumna, consiguiendo los que probablemente sean los veinte mejores minutos de la película. El final de la historia es, además, sublime. El tercer corto, titulado “Once Again”, es en el que Hamaguchi añade más magia, que junto con las dosis justas de humor, convierten el encuentro fortuito entre las dos mujeres protagonistas en un relato adorable.

En las tres historias, la cámara invita constantemente al espectador a formar parte de las situaciones desplegadas en la pantalla, subordinándole también así a los golpes de efecto que el destino puede efectuar en cualquier momento. Las imágenes de Tokio que Hamaguchi filma se hacen además doblemente bellas cuando están acompañadas por una delicada banda sonora compuesta de temas a piano que recuerdan a las mejores películas de Rohmer. Wheel of fortune and fantasy consigue, por tanto, lo que se propone: que el público quede por completo a merced de las inesperadas narrativas de la vida, ya sea de la real o de las que se nos presentan en pantalla.