'Las leyes de la frontera': Cine quinqui contemporáneo

'Las leyes de la frontera': Cine quinqui contemporáneo

3’5 Butacas de 5

El cine quinqui siempre ha sido uno de los subgéneros cinematográficos españoles más conocidos y aclamados, al menos durante una época de nuestra historia. Su auge llegó a finales de los años 70 y principios de los 80, con cineastas como Eloy de la Iglesia, José Antonio de la Loma o Vicente Aranda. Incluso cineastas como Almodóvar o Saura se metieron de lleno en este conflictivo mundo durante alguna de sus películas. Tras esa etapa, parecía que el cine quinqui había desaparecido, con alguna que otra cinta dando la sorpresa en la cartelera. Ahora Daniel Monzón se mete de lleno en los barrios más conflictivos de Gerona en Las leyes de la frontera.

Las leyes de la frontera nos sitúan en el verano del 78. Ignacio, un chaval acomodado de 17 años, no encuentra su lugar en el mundo. No se adapta con los chavales de su edad, ni siquiera termina de encajar dentro de su casa. Todo cambiará para él cuando conozca a dos jóvenes del barrio chino: Zarco y Tere. Estos le incluirán dentro de su pandilla, pero lo que él no sabe es que comenzará a formar parte de una serie de atracos, robos y criminalidades que pondrá su valentía en el punto de mira y su vida patas arriba.

A pesar de estar en pleno 2021, Las leyes de la frontera se siente como sacada de esas películas de los años 70 y 80 que comentábamos al principio. Es un ejemplo perfecto de puro cine quinqui contemporáneo, adaptado a la cinematografía actual. El guion sigue los caminos comunes de cualquiera de estos thrillers callejeros que hemos visto en varias ocasiones. Sin embargo, es un retrato notable de la realidad social de su época. Podemos encontrar algunos pequeños detallitos en lo que al guion se refiere, pero la cinta está tan ocupada en meterte en ese frenesí criminal que es imposible no entrar (que viene con sorpresa incorporada).

Porque hay que dejar una cosa clara: Las leyes de la frontera es un entretenimiento de manual. El cine de Daniel Monzón siempre se ha dedicado a traernos historias frenéticas, y esta no iba a ser menos. Cualquier espectador que quiera acudir a las salas a despejar la mente encontrará en la nueva de Monzón todo lo que necesita. Una dirección tan potente como vistosa que encaja a la perfección con su guion, alocado y apetitoso a partes iguales. La cinta sabe lo que es y no tiene miedo a entrar de lleno en esa vorágine de violencia, amor y persecuciones. Toda una sorpresa incluso con sus puntos más conflictivos, como puede ser la originalidad o la construcción de los personajes.

Está claro cuál es su mayor acierto y atractivo: su reparto lleno de caras desconocidas. Las leyes de la frontera no habría salido adelante con estrellas del cine español, y ahí la selección de casting ha sido fundamental. La cinta resulta en un festival de caras nuevas que ayuda a que los personajes resulten mucho más creíbles, lo que enriquece la historia. Todos conectan con la historia y con el espectador, y eso no lo pueden decir muchas películas. La frescura que transmite la película es impagable.

El reparto es su mayor baza y se nota que lo exprime al máximo, sobre todo en sus tres protagonistas. Marcos Ruiz defiende con soltura un papel protagonista arquetípico, algo digno de aplaudir. Por otro lado, Begoña Vargas y Chechu Salgado se comen la pantalla con cada una de sus escenas. Vargas nos demuestra que es una robaescenas de manual, como ya vimos en Malasaña 32 y en Paraíso. Salgado es una de las grandes revelaciones interpretativas del año, con un personaje antagonista digno de spin-off. El trío funciona a las mil maravillas.

En conclusión, Las leyes de la frontera es una película entretenidísima y perfecta para que el público medio disfrute de un buen thriller de atracos adolescente. Dejando de lado alguno de los problemas más notables (como puede ser sus personajes arquetípicos y alguna que otra trama que podría construirse mejor), la cinta de Monzón es puro entretenimiento, un homenaje al cine quinqui ochentero y un desfile de caras nuevas para renovar nuestra industria. Ruíz, Vargas y Salgado son un trío protagonista de lo más sólido, con Salgado como actor revelación de la cinta.