'Spider-Man No Way Home': El cierre de trilogía que los fans se merecen

'Spider-Man No Way Home': El cierre de trilogía que los fans se merecen

4’5 Butacas de 5

Cuando se nos presentó el Spiderman de Tom Holland en uno de los primeros trailers de Capitán América: Civil War (2016), se generó bastante polémica debido a la desconfianza que generó la elección de un actor de aspecto tan joven para la interpretación del personaje del hombre araña. Desde entonces, el Peter Parker de Tom Holland nos ha dejado muchos de los mejores momentos que hemos podido vivir en el Universo Cinematográfico de Marvel, convirtiéndose así en el favorito cogiendo el relevo del gran Iron Man de Robert Downey Jr.

Para el que no haya visto los tráilers (y sin ir más allá de ellos), Spider-Man No Way Home relata los sucesos posteriores a la muerte de Misterio y la revelación de la identidad de Spiderman, sobre lo que se basa gran parte de la trama. Viendo el daño que esto le supone a él y a sus seres queridos, Peter decide acudir al Doctor Strange (Benedict Cumberbatch), para que este le ayude realizando un peligroso hechizo que haga al mundo olvidar quién es Peter Parker, algo de lo que se acabará arrepintiendo, ya que el hechizo se tuerce provocando que lleguen visitantes de otros universos a los que los espectadores ya hemos tenido el placer de conocer anteriormente.

Hay varias razones por las que esta película va a ser la más relevante desde que finalizó la saga del infinito, y no es sólamente por ser, narrativamente, un punto de inflexión muy grande en el UCM, del cual preferimos no hablar para evitar spoiler, sino que la construcción que ha tenido el propio personaje al que da vida Tom Holland, ha logrado que esta sea una película tan esperada cómo lo fueron las dos últimas de los vengadores.

Intentando no hacer mucho énfasis en las causas concretas, ha sido muy placentero ver cómo empieza Peter la película, y cómo la acaba: siendo un joven maduro que logra comprender la responsabilidad que conlleva tener un gran poder, algo que va mucho más allá de tener buenas intenciones.

A nivel sociocultural, también va a suponer el regreso de las masas a las salas de cine. Las entradas para el estreno se han ido agotando más rápido según se ha acercado la fecha, animando algunos cines incluso a ampliar su aforo. Y aunque a nivel sanitario no vamos a comentarlo, ya que no somos expertos, tras ver el film nos ha quedado claro que está totalmente justificada la visita al cine.

Por otro lado, tenemos que decir que no es oro todo lo que reluce. Es verdad que es una gran obra que se define por tener unos puntos muy fuertes en casi todos sus aspectos. Pero algo que quita ese punto de obra maestra a varias de las películas que Marvel ha realizado es esa comedia innecesaria que nos encontramos en gran parte de las escenas, y que lastra al realismo que caracteriza la ficción de Marvel, en la que la fantasía es una parte más de nuestro mundo, con una fotografía fiel una paleta de colores e iluminación natural y práctica, y unos efectos visuales lo suficientemente buenos como para que pasen desapercibidos en la pantalla.

Aunque al público más adulto nos gustaría ese toque extra de seriedad, es verdad que no es un problema tan grande como para hacer que esta no sea una película a valorar. Además, entendemos que Disney se dirige a todos los públicos con sus películas, por lo que tienen que contentar a todas las partes, una tarea muy difícil de lograr.

Dicho todo esto, no sé que estáis haciendo aquí leyendo todavía esta crítica, en vez de ir a compraros un par de entradas para ti y algún amigo. Podréis ir a disfrutarla a partir de este jueves 16 de diciembre a vuestra sala de cine más cercana. Y ante todo recordad, respetad a los demás, y no hagáis ningún spoiler.