'One shot (Misión de rescate)': Un experimento de inmersión cinematográfica

'One shot (Misión de rescate)': Un experimento de inmersión cinematográfica

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One shot (Misión de rescate), la cinta dirigida por el británico James Nunn se estrena en nuestros cines el 21 de enero de este año. La historia de cómo un escuadrón de élite de los Navy SEAL, en una misión clasificada en la que deberán transportar a un importante recluso desde una prisión secreta de la CIA, queda atrapado en esta cuando un grupo de insurgentes la ataca intentando rescatar a ese mismo prisionero.

Pues bien, partiendo de esta premisa la película recurrirá al recurso cinematográfico del plano secuencia para intentar sumergirnos en el espíritu frenético de esta “guerra” sin tregua.

La película cuenta con Scott Adkins (Jake Harris) como principal protagonista y como el mayor reclamo de esta. Y es que, el actor y artista marcial británico vuelve a demostrar en esta película que está forjado para este tipo de cintas.

El resto del reparto cuenta con figuras como Ashley Greene (Zoe Anderson), Ryan Phillippe (Jack Yorke), Dino Kelly (Danny Dietler) o Emmanuel Imani (Brandon Whitaker), entre otros. Estos secundarios son tan solo una excusa de añadir cierta profundidad al film, y con algo de suerte, algún que otro chascarrillo.

Dejando a un lado la interpretación, en esta película lo realmente interesante es la gran decisión de su planteamiento en un solo plano. Y es que esta decisión es la que hace de la película una propuesta que se distancie, aunque no mucho, de la película de acción promedio.

La elección es arriesgada, de hecho, en ocasiones supondrá el propio lastre de la cinta, pero, a su vez, significará el espíritu de esta. Un espíritu capaz de recordar al de algunos videojuegos de acción en tercera persona como lo son los de la saga Call of Duty, con los cuales podría compartir mucho más de lo que parece. Aun así, la propuesta es más que consciente de sus limitaciones, por ello logra tratarse así misma de una forma más honesta consiguiendo ofrecer un espectáculo cinematográfico mucho más emocionante y disfrutable, sin prejuicios.

En conclusión, One shot (Misión de rescate), es un experimento de inmersión cinematográfica que trata de sumergirnos en su acción haciéndonos partícipes de su “guerra” como uno más en la misión. Un ejercicio de trasladar la puesta en escena habitual de un videojuego de acción en tercera persona al cine que, aun sin pulir, logra suponer cierta innovación en el género.