'Primavera en Beechwood': Tragedia, belleza y libertad

'Primavera en Beechwood': Tragedia, belleza y libertad

3’5 Butacas de 5

Los seguidores de Eva Husson estamos de enhorabuena, pues mientras esperamos el estreno de Las hijas del sol en nuestro país, la directora de Bang Gang: Una historia de amor moderna vuelve a nuestros cines con su nueva película: Primavera en Beechwood, drama romántico de época que adapta la novela El domingo de las madres de Graham Swift (editado en España por la siempre interesante y arriesgada Anagrama).

En esta ocasión, Husson deja su país natal (Francia) para situarnos en la Inglaterra de los años 20 del siglo pasado y contarnos, junto a su guionista Alice Birch, una historia de amor y libertad teñida de tragedia sin dejar de lado el tono sexy que caracterizaba a su ópera prima (disponible en Filmin). Aquí el epicentro del film se encuentra en el personaje de Jane Fairchild (Odessa Young), que trabaja como criada para el matrimonio Niven (formado por unos Olivia Colman y Colin Firth que aquí son meros secundarios de la función), perteneciente a la aristocracia inglesa. Por medio de continuos saltos temporales, el dúo Husson-Birch nos muestra el mundo a través de los ojos de la joven, que en su día de libertad encuentra también su día más aciago. También el más feliz. Y es que si hay algo que caracteriza el film que nos ocupa es el contraste: lo luminoso que impera en su delicada y elegante fotografía se contrapone a la fatalidad con la que se topan los personajes de la cinta, tanto los principales como los secundarios; la belleza inherente a la juventud se presenta como contrapeso a la melancolía que barniza el relato, un relato de caligrafía pausada y pulso firme que sabe cómo respetar las reglas formales establecidas en los dramas de época sin renunciar a cierta audacia estilística cuando lo pasional y lo emocional toman las riendas de la diégesis.

Así pues, podemos decir sin riesgo al equívoco que Primavera en Beechwood es un drama romántico ciertamente rupturista que no se conforma con seguir los patrones de sus homólogos y arriesga a la hora de mostrar, a veces de manera sutil y otras de modo abiertamente sugerente, temas como la belleza juvenil, el amor efímero, la libertad intrínseca del ser humano como individuo (aquí sobre todo de la mujer) y la capacidad de este de pugnar con el destino por cumplir sus sueños, proceda de dónde proceda. Todas estas temáticas son tratadas a lo largo de ciento diez minutos que, pese al trazado flemático del conjunto, volarán como un suspiro de aire fresco para quien consiga entrar de pleno en la propuesta.