'Código emperador': Espías y corrupciones

'Código emperador': Espías y corrupciones

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El próximo 18 de marzo, llega a los cines “Código emperador” la nueva película de Jorge Coira y que se estrenará a la vez en el 25º aniversario del Festival de Cine de Málaga.

El thriller del director protagonizado por Luis Tosar que interpreta a Juan, nos relata una historia de espías ambientada en España, tratando varios temas políticos sobre las influencias, las corrupciones, el poder de la prensa y los trapos sucios de un país.

La película está escrita por Jorge Guerricaechevarría (“Las leyes de la frontera”, “30 monedas”) y nos presenta junto a Coira un relato bastante complejo de seguir y de poder trasladar al cine de la forma más completa posible.

La trama se caracteriza por ir desgranándose en varias subtramas en las que participan actores como Aarón Piper, Alexandra Masangkay, Georgina Amorós, Miguel Rellán, Laura Domínguez, María Botto, y Denís Gómez. Un reparto muy completo, pero que resulta en un simple recuerdo por sus breves apariciones y su poca relevancia para el resto de la trama.

La trama principal y la que más engancha, sucede con Juan (Luis Tosar) y Wendy (Alexandra Masangkay). Ambos crean una química en pantalla bastante creíble, Juan quiere adentrarse en la vida de Wendy para llegar hasta los jefes de la casa en la que ella trabaja, pero su sorpresa es cuando se da cuenta de que ambos comparten una soledad que les acerca más, esta construcción de su relación nos va dejando algunas escenas entrañables como el amor que tiene Wendy por el cine y donde vemos como Juan decide acompañarla a ese sitio que tanto le gusta.

En sí, el mensaje de la película gira alrededor de la política en España y otros países en los que suceden los mismos casos de corrupción o mentiras, es la historia de un perseguidor (un espía) y el perseguido (un político del que hay que sacar trapos sucios para tirar por tierra su carrera profesional) y ambos resultan ser nada más que peones en algo mucho más grande y que nadie puede controlar, pues la lucha del poder siempre acaba en traiciones.

Como suspense no termina de funcionar, creo que se ha intentado abarcar demasiadas historias y tramas que resultan irrelevantes para el espectador cuando se podría haber centrado todo en la trama principal y poder crearnos una expectación e intriga más eficaz, al final el suspense se rige por unas normas no escritas en las que la sensación de no saber qué va a ser lo siguiente te mantiene atrapado en la historia y aquí se queda un poco plano a mi parecer.

Tuve el placer de charlar con Jorge Coira y cierto es que como director ha hecho un buen trabajo de montaje teniendo en cuenta lo que ya he comentado (demasiadas subtramas). Ofrece unas secuencias veloces para crear esa sensación de desoriento en todos nosotros al igual que los personajes de esta película que no saben si están siendo observados y en que desembocarán sus vidas. Además, estéticamente funciona sobre todo por el uso de los planos detalles, que son representados por simples objetos pero que representan mucho más de lo que creemos.

Concluyo con las palabras de Jorge Coira, “Es muy sano poder ir al cine y tener disfrute en aquellas emociones básicas en las que pueda haber suspense, misterio, tensión y es ahí dónde los que hacemos cine y los que lo vemos podemos compartir algo para disfrutar y construir nuestra visión personal sobre como funcionamos nosotros y el mundo que nos rodea.