'El Secreto de Vicky': El ser humano y el lobo en la montaña francesa

'El Secreto de Vicky': El ser humano y el lobo en la montaña francesa

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El Secreto de Vicky (Mystère), es dirigida por Denis Imbert, escrita por él mismo, Mathieu Oullion y Stéphane Vasseur. La historia nos transporta a la aldea de Falgoux en el valle de Mars, en plena montaña del sureste de Francia. Tras el fallecimiento de su mujer, Stéphane (Vincent Elbaz) decide trasladarse a una bonita casa de campo con su hija, Victoria (Shanna Keil), quien había dejado de hablar a causa del trauma por la muerte de su madre. No obstante, la pequeña encuentra en una excursión por el campo a un amigo del que no se olvidaría jamás, Mystère, un cachorro que se convertiría en un majestuoso ejemplar de lobo gris. Su relación con el cánido es puramente bella y ayudará a que Victoria recupere el habla y su sonrisa.

El relato está enteramente basado en hechos reales, es enternecedor y costumbrista, en el buen sentido y también en el malo. Si separamos el contexto y la estructura técnica de la película de su argumento, el filme de Imbert cae inevitablemente en una historia repetida, como muchas, de la relación entre un niño y un animal potencialmente peligroso y rechazado por aquellos que lo rodean, proporcionando el dilema de la amistad prohibida y si debe o no despedirse de él.

Sin embargo (de la mano de la fotografía de Fabrizio Fontemaggi), la puesta en cuadro esencialmente paisajística, y la ardua puesta en escena con lobos reales en reservas naturales le atribuye a la película un aura especial y cautivadora.

El mensaje es claro: la desaparición del lobo es un problema real y actual, nos toca de cerca en el Mediterráneo, y es íntegramente culpa nuestra. Por cultura, no es un animal bienvenido y en esta historia tampoco. El hombre es un lobo para el lobo; pone en peligro su existencia y a la fauna en general por meras decisiones egoístas. Se trata de una defensa contra la intervención del ser humano en el medio ambiente, y también de la moraleja de que los animales salvajes no deben ser humanizados por muy cariñosos que puedan ser, pues va en contra de la naturaleza. Ello será algo que Victoria habrá de aprender en la película, y nos hará reflexionar como espectadores.