'Delante de ti': Una brillante y minimalista película sobre la vida y el hedonismo

'Delante de ti': Una brillante y minimalista película sobre la vida y el hedonismo

Delante de ti se toma su tiempo para seducirte y llevarte a un terreno más vitalista y hedonista de lo que a primero vista parece.

Seguimos a Sangok durante 1 día. El día después de que haya decidido volver a Seúl tantos años después.  Reencontrarse con su pasado, visitar su antigua casa, ver a su sobrino y descubrir todo lo que no sabe de su hermana pequeña.

La película se estructura en 2 partes que en realidad son 2 encuentros. La primera asistimos al reencuentro de las dos hermanas que pasean por un Seúl luminoso y lleno de vida. Ellas descubren que no se conocen, no saben nada la una de la otra, pero aun así disfrutan de su compañía y sueñan con un futuro juntas en corea. La segunda parte sucede toda en un mismo espacio, una cafetería, y asistimos a la reunión de un director de cine que quiere contratar a Sangok para su próxima película. Ella había actuado en 2 películas coreanas de joven y el director es un gran fan de su trabajo. Sangok no lo ve claro, pero se deja llevar. Es una segunda parte más seca, menos vitalista que la anterior.

Una puesta en escena austera, naturista, unas conversaciones largas sobre el sentido de la vida, pero también sobre que desayunar. Sin cortes. Austero. Podríamos decir que incluso teatral. Un set, dos personajes y una conversación.

No es baladí pues que el director Hong Sangsoo haya decidido encabezar el reparto con la célebre actor de teatro y cine en Corea del Sur Lee Hyeyoung que realiza un trabajo más que sobresaliente con una interpretación magistral.

¿Por qué ha vuelto Sangok a Seúl después de tantos años en Estados Unidos? ¿Por qué ha aceptado reunirse con un director de cine? ¿Cómo es que acepta volver a actuar después de que lo dejase siendo una adolescente?

Son preguntas que, sutilmente, van teniendo respuestas escondidas en esas conversaciones.

Vivir la vida que tienes delante de ti. Disfrutar del paraíso que es vivir cada día y aceptar las cosas como vienen. Disfrutar de las pequeñas cosas y no caer preso de tus miedos. El miedo a la vida, al pasado, a lo que fuimos y a lo que seremos, y en definitiva miedo al paso del tiempo. A la fugacidad de nuestra existencia y lo esclavos que somos de decisiones tomadas.

Y esta es la tesis de esta pequeña gran maravilla del cine coreano más intimista.