'Sintiéndolo Mucho': Sabina al desnudo

'Sintiéndolo Mucho': Sabina al desnudo

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Si retratar al ídolo es difícil, retratar a la persona que hay detrás lo es aún más. En el caso de Joaquín Sabina, como él mismo cuenta, el personaje sobre el escenario suele ir con bombín, para que así la vuelta a la realidad sea mucho más fácil. Sin embargo, quitarse (o quitarle) el sombrero no parece a priori tarea tan sencilla, y más si un cineasta como Fernando León de Aranoa –el gran triunfador en la pasada edición de los Goya– ha tardado más de trece años en rodar un documental sobre su vida.

Sintiéndolo Mucho‘ lleva por título este trabajo, en el que la figura del cantante de tangos y rancheras –todos hechos a su manera– queda desbrozada en tanta profundidad que el espectador sale al final con la sensación de haberlo conocido como si de un amigo de toda la vida se tratara. Por supuesto, no hay que obviar que Aranoa cuenta con la premisa de la familiaridad a su favor: a la que escribe le pillan un poco lejos las mejores épocas del autor, pero recuerda perfectamente haber escuchado “19 días y 500 noches” mil veces en la radio del coche. E igual les pasará a ustedes: si yo les pidiera que hicieran un ejercicio mental  y comenzaran ahora mismo a tararear esa canción ¡lo harían sin ningún problema!

Que Sabina es carne de documental nos queda a todos claro. Pero también hace falta talento –en este caso, el del director– para desnudarle delante de la cámara como lo ha hecho: entre amigos y familiares, en casa o antes de salir a un concierto. Momentos como la vuelta a Úbeda, en los que el cantante se enfrenta con su pasado y a sus recuerdos, son puro oro. Pero eso no es todo: lo mejor de ‘Sintiéndolo Mucho‘ es que las escenas fluyen y se alternan, como la hace su propio protagonista, a través del drama y la comedia, a través de la alegría y de la tristeza de los peores momentos. Y esta es, precisamente, la clave del documental: para conocer a la persona y al personaje has de mimetizarte con él, y Aranoa lo consigue a la perfección.

No es de extrañar entonces que tardara trece años en terminar esta obra. Yo sólo le pido a él que dedique otros trece años a hacer otro documental, si va a ser tan bueno como este, y a ustedes que cuando salgan de la sala de cine tras ver “Sintiéndolo Mucho” se vuelvan a escuchar toda la discografía de Sabina, porque la disfrutarán aún mas que antes.