'La consagración de la primavera': el viaje a lo sexual

'La consagración de la primavera': el viaje a lo sexual

4 Butacas de 5

Los coming-of-age son cintas populares. Muchas veces nos preguntamos a qué se debe esta popularidad que hace que mucha gente no pueda dejar de verlas. En realidad, está bastante claro: Los coming-of-age son tan populares porque todos nos podemos ver reflejados en ellos. De una forma u otra, todos hemos pasado por algo parecido a la madurez, a esa adolescencia en la que comienzas a conocer el mundo y a ti mismo. Son momentos en los que realmente aprendes a enfrentarte a tus miedos y complejos, y de eso habla justamente la nueva cinta de Fernando Franco: La consagración de la primavera.

La consagración de la primavera es una película que habla sobre algo por lo que todos hemos pasado: el empezar una época teniendo que afrontar tus propios complejos. Laura es una joven que se muda a Madrid para estudiar la carrera de química, lo que significa un gran paso para ella y su enorme timidez. Durante una fiesta conocerá a David, un chico con parálisis cerebral con el que comenzará a compartir un vínculo muy especial. La madre de David, Isabel, será principal testigo de la amistad entre ellos, creando una relación que hará que la perspectiva de Laura cambie por completo.

El descubrimiento de uno mismo y la superación de los miedos de cualquier adolescente es la reflexión que quiere llevar a cabo Fernando Franco en La consagración de la primavera. La relación que forman Laura y David es un vehículo precioso hacia la personalidad de la joven, y en la película muestra muy bien ese camino de superación que toma Laura. Aunque hacia el final de la película haya ciertos aspectos que no terminan de encajar con el tono y la naturaleza de la relación de ambos personajes, eso no quita que no sea una buena historia sobre dos personajes medianamente perdidos que se encuentran en un momento de sus vidas.

Fernando Franco dirige la cinta a fuego lento, configurando poco a poco la relación de ambos personajes, creando una cinta que cuenta con momentos de incomodidad (propios y completamente naturales en el contexto de la cinta) y belleza sin ningún tipo de artificio de gran magnitud. Franco dirige La consagración de la primavera de una forma sencilla y con un guion que, a pesar de tomarse algunas licencias en ciertos momentos y de llegar a resultar predecible, conquista la pantalla de forma notable.

Uno de sus puntos fuertes sin lugar a dudas es el talento de su actriz protagonista. A pesar de ser su primera película, Valeria Sorolla carga con el peso de la película sobre sus hombros, creando una tímida Laura que irá abriendo su corazón y su coraza a lo largo de la cinta. Sorolla le da corazón y belleza a un personaje con aristas y que está descubriéndose a sí mismo. Telmo Irureta es el perfecto compañero de viaje para esta historia, realizando una interpretación sobrecogedora y cargada de humor. Por su parte, Emma Suarez se encarga de transmitir una sensación de paz a lo largo de la cinta, gracias a un personaje cargado de amor y muchas cosas que decir.

En conclusión, La consagración de la primavera es una cinta que realiza una reflexión acertada e incómoda sobre el descubrimiento sexual y la superación de nuestros complejos. Fernando Franco nos vuelve a regalar una historia delicada sobre el amor, la juventud, y ese momento de tu vida en el que por fin encuentras tu verdadera personalidad. Valeria Sorolla levanta la película con una interpretación tan delicada como la propia cinta.