3’5 Butacas de 5
Crímenes del futuro, la nueva película de David Cronenberg aterriza en nuestras salas este viernes 23 de septiembre. Esta cinta de 107 minutos supone la última aventura del director canadiense quien a sus 79 años de edad nos sigue recordando por qué es el abanderado del concepto la “nueva carne”.
En un mundo donde la especie humana es objeto de nuevas transformaciones y mutaciones, Saul Tenser (Viggo Mortensen) se dedicará, con la ayuda de su compañera Caprice (Léa Seydoux), al mundo de la performance artística, a través de la puesta en escena de su particular “metamorfosis”. Timlin (Kristen Stewart), una investigadora de la Oficina del Registro Nacional de Órganos, seguirá de cerca sus prácticas. Es entonces cuando un oscuro grupo intentará aprovechar la fama de Saul para revelar el siguiente paso evolutivo.
Partiendo de esta premisa la cinta buscará abordar esta historia acerca de la revolución y el erotismo, de las perversiones y de la sensualidad,de una forma especialmente física, intensa y visceral, logrando que la película se convierta en una retorcida experiencia que logra abrazar tantos estilos como nuevas ideas.
La cinta destaca en numerosos aspectos, siendo uno de ellos el apartado visual, donde encontramos una fotografía extremadamente cuidada que acompañada del diseño de producción consigue trasladarnos a esa atmósfera totalmente desconocida por el espectador que supone este extravagante mundo de Cronenberg.
Y no quedan atrás el resto de apartados, especialmente la banda sonora a cargo de Howard Shore. habitual colaborador de Cronenberg, quien nos ofrece un total de 17 temas, donde destacaría The Future. Todos ellos tienen un atractivo especial que logra captar la esencia de la película. Enigmáticos, vanguardistas, tétricos, estridentes, pero especialmente hipnotizantes, así son las piezas de la película, al igual que las propias performances de Saul, todo un acontecimiento artístico donde no puedes evitar poner tu atención.
Crímenes del futuro supone el retorno de un maestro, y la muestra de su dominio como narrador. Una demostración de cómo se pueden alcanzar mismos lugares a través del uso de otras herramientas. En conclusión, Crímenes del futuro es la matización del estilo Cronenberg, una pequeña mutación en la búsqueda por revelar el siguiente paso de su evolución artística.
