3 Butacas de 5
Jacobo Martínez dirige esta nueva película de terror, basada en hechos reales, que se centra en un tema muy recurrente de este género: los exorcismos. Es un tema delicado y complicado de mostrar si quieres hacerlo bien y cumplir el propósito de que el espectador termine de ver la película con el miedo en el cuerpo, algo que en este caso no termina de conseguir.
La historia comienza cuando Laura, una chica de 17 años y que pertenece a una familia muy católica, se escapa de casa una noche para salir de fiesta y acaba en una sesión de espiritismo con sus amigos. En esa experiencia ocurren cosas raras y Laura empieza a actuar de forma extraña y a ver cosas que no debería ver. En un clima cada vez más tenso y con experiencias cada vez más extremas, sus padres deciden acudir al padre Olmedo, un sacerdote autorizado por el Vaticano para realizar exorcismos, ya que piensan que Laura tiene al demonio dentro.
Al comienzo de la película se crea una atmósfera de tensión que parece que va en aumento, pero que no se consigue mantener. Hay mucha intriga, momentos aterradores y algún susto cuando Laura empieza a ver cosas, pero después, excepto en contadas escenas, el miedo no va más allá si el tema de los exorcismos no es lo tuyo.
La película también muestra la parte más radical del catolicismo en nuestro país, haciendo de ello una parte fundamental de la vida de los personajes. La mayoría de los problemas vienen dados por la fuerte y arraigada fe que profesa toda la familia de Laura, que viven en un ambiente muy restrictivo, casi asfixiante, en base a sus creencias religiosas.
El largometraje está protagonizada por María Romanillos, interpretando a Laura de manera bastante adecuada, transmitiendo toda la angustia y la soledad del personaje; y José Sacristán como el padre Olmedo, que realiza un papel increíble, con la templanza a la que nos tiene acostumbrados, pero también con exaltación de un exorcista. Completan el reparto Ruth Díaz, Urko Olazabal y Cristina Castaño.
’13 exorcismos’ está bien planteada, pero quizá quiere abarcar más de lo que debería una película de este tipo, dejando algunas cosas muy en el aire. Aun así, es difícil despegar los ojos de la pantalla, porque no deja de ser una película angustiante y terrorífica en algunos momentos. Una película que sigue el camino de otras obras sobre exorcismos que, en muchos aspectos, está a la altura.