'Vasil': una amable historia de amistad

'Vasil': una amable historia de amistad

3’5 Butacas de 5

Avelina Prat dirige esta tierna historia, que habla de manera sutil sobre los importantes problemas a los que se enfrentan las personas migrantes al llegar a un nuevo país. A través de unos personajes tremendamente carismáticos, construye una historia preciosa y sincera, que conmueve desde el primer minuto.

La película cuenta la historia de Vasil, un hombre búlgaro que llega a España buscando un futuro mejor, pero que se ve obligado a vivir en la calle. Es increíblemente carismático a pesar de la barrera del idioma, y muy inteligente. Además, es muy bueno jugando al bridge y al ajedrez. Esto último es lo único que tiene en común con Alfredo, un hombre jubilado que le acoge en su casa temporalmente. Poco a poco irán teniendo más confianza y Vasil conseguirá romper algunas de las barreras que hay entre ellos.

Karra Elejalde interpreta a Alfredo e Ivan Barnev a Vasil y entre los dos hacen que la película sea tan cercana y tierna. Son dos personajes muy normales y a la vez complicados y muy diferentes. Para Alfredo supone un giro tener a Vasil en su casa, pero lo que parecía que iba a ser una molestia, se convierte en una relación tan curiosa como bonita. Y Vasil es un personaje que simplemente se hace querer desde el principio.

También son importantes para la historia Luisa, hija de Alfredo, interpretada por Alexandra Jiménez y Maureen, amiga de Alfredo y de Vasil y quien les pone en contacto, interpretada por Sue Flack. Luisa está constantemente preocupada por su padre, porque no es propio de él abrirle las puertas a un extraño. Y Maureen es una mujer con las cosas muy claras, que quiere ayudar a Vasil a encontrar estabilidad y convence a Alfredo de ayudarle también.

Es una historia que no deja indiferente, a pesar de hablar de problemas cotidianos, nada extraordinario. Además, hace una crítica al sistema burocrático al que se tienen que enfrentar las personas migrantes para el simple hecho de trabajar, solicitar vivienda o simplemente estar aquí. Pero aparte de esto, no ocurre nada espectacular. Simplemente vemos la manera en la que una sola persona puede cambiar la vida de muchas otras para bien, con el simple hecho de ser amable y no buscar nada más allá.