'Cariño, cuanto te odio': una comedia romántica que sigue el patrón clásico

'Cariño, cuanto te odio': una comedia romántica que sigue el patrón clásico

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La propuesta de Peter Hutchings podría formar parte de la parrilla de películas de Multicine Antena3 un domingo de diciembre a la tarde. Cariño, cuanto te odio no deja de ser una comedia romántica que está por encima de la media en cuanto a realización pero que no explora más allá de los clichés del género. En este caso, la protagonista es Lucy Hutton, una mujer ambiciosa y adorable que trabaja como asistente de una editorial de la vieja escuela. Lucy mantiene una conflictiva relación con Joshua Templeton, asistente de la editorial comercial con la que se acaban de fusionar. Decididos a competir por el ascenso, Lucy y Joshua se embarcarán en un despiadado juego que los llevará a conocerse más.

Cariño, cuanto te odio es una comedia romántica que deja buen sabor de boca y es capaz de mantener la atención durante sus casi 2 horas de duración pero que está vacía. Carece de originalidad y, si bien es dinámica, no indaga en ninguna de las personalidades de los personajes. La dirección es buena pero tampoco innovadora. Todo en esta cinta huele demasiado conservador y con poco que aportar al extenso universo del género.

Los actores protagonistas están inspirados, Lucy Hale brilla por encima del resto encarnando a la chica adorable, desorganizada y trabajadora que ansía abandonar la soledad de su vida. Por su parte, Austin Stowell se mantiene sobrio y muy comedido a su papel de oficinista responsable enfrascado en una familia de exitosos cirujanos en la que desencaja. Ambos son dos clichés con patas, pero su desempeño actoral deja destellos en una película plana y predecible.

Cuando uno se enfrente a Cariño, cuanto te odio, no debe hacerlo pensando que va a ver la quinta esencia cinematográfica. Se trata de una película romántica que sabe sacar alguna sonrisa y que consigue mantenerte entretenido durante dos horas. Ideal para estas fechas donde la navidad ya puede respirarse en el ambiente.