'Emily': vivencias turbulentas, literatura borrascosa

'Emily': vivencias turbulentas, literatura borrascosa

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En plena naturaleza, un bosque y colinas, una mujer camina absorta en sus pensamientos; cuentos, historias, poemas… De nuevo la misma mujer, agotada y enferma en su hogar, sin poder mantenerse en pie. Estas son las dos presentaciones que se nos ofrecen de Emily Brontë en la primera película escrita y dirigida por Frances O’Connor (Mansfield Park, The Missing).

Siempre un aura de misterio ha rodeado a una de las hermanas menores de los Brontë por haber escrito una única novela (Cumbres borrascosas), interpretada aquí por Emma Mackey (Sex Education, Eiffel), Emily es retratada como un personaje único, celosa de su círculo familiar y presionada por el mismo. Se ha de destacar el trabajo de dirección y artístico a la hora de ilustrar al personaje y su entorno, dado que desde el inicio se nos muestra el mundo opresivo de la protagonista; además de su relación con él dependiendo de su estado de ánimo.

Se observan los hechos de su vida tergiversados en favor de la narración, este recurso consigue llevarnos más al interior de Emily; somos testigos de cómo se va conformando la construcción de la escritora que O’Connor ha decidido realizar, justificando así el desarrollo narrativo del largometraje. No se trata de un biopic riguroso (al menos tal y como se enseña su historia), sino de un ejercicio artístico para ensalzar la figura de la escritora.

Aunque, si bien se conforma una red causa-efecto que conduce al desarrollo de la propia Emily en la pantalla, la directora decide emplear una relación romántica en lugar de usar el propio talento de la escritora como motor, supeditándolo así al interés romántico. No obstante, se ha de destacar que siempre se muestra el desarrollo literario de Emily aunque su motivación varíe.

Un factor importante, sin el cual el personaje protagonista queda incompleto, es su entorno familiar. Vemos unas relaciones fraternales lejos de la perfección; este largometraje nos ayuda a contemplar cómo puede la familia determinar el trabajo de la escritora. Así pues, se presenta una Charlotte perfeccionista y un tanto impertinente interpretada por Alexandra Dowling (El martillo de los dioses, Merlín); una Anne cariñosa pero muy influenciada por la hermana mayor, con el trabajo actoral de Amelia Gething (La princesa de España); y, como no podía faltar, destaca ante todo la mala influencia que ejerce sobre Emily Branwell Brontë, a quien da vida Fionn Whitehead (Dunkerque, Black Mirror: Bandersnatch).

Como se decía antes, se busca ensalzar la figura de Emily Brontë más allá de su biografía, estamos ante un relato que busca construir el tormentoso mundo interno de una mujer incomprendida que no encaja en ninguno de los roles que su familia intenta imponerle; una mujer que, además, se ve criticada por su forma de relacionarse con aquello que la rodea y que se ve atrapada dentro de sí misma, confundida y asustada en un intento por comprender cuál es su camino.