2 Butacas de 5
Este lunes pudimos ver de la aclamadísima nueva obra de Martin McDonagh (“Tres anuncios a las afueras”), “Almas en pena de Inisherin”, la cual nos cuenta la historia de dos amigos de toda la vida, Padráic y Colm, los cuales viven en una pequeña isla de Irlanda. Todo empieza el dia en el que Colm decide cortar la amistad con Padráic sin mediar explicación alguna y los intentos de éste para descubrir las razones e intentar retomar la amistad.
El elenco del film y sus actuaciones valen oro, son de lo mejor que he visto en mucho tiempo. Cuesta diferenciar entre si realmente están interpretando o son personajes reales. Pintorescos y excéntricos, pero tan profundamente bien construidos que se sienten reales como uno mismo.
La magnitud del despoblado paisaje, que se mece entre un solitario sentimiento de aislamiento y una serena paz, bañan cada composición y cada plano.
En lo personal, creo que en la crítica seré un animal extraño, quizás no esté suficientemente formado y no sea capaz de compartir las numerosas o, mejor dicho, todas las críticas que lo catalogan de rotundo y absoluto portento cinematográfico. Lo siento, realmente lo hago, pero soy incapaz de ver lo que todos los demás.
Más allá de lo ya citado, no me parece ni una película mordaz ni conmovedora ni rica, es más, fuera de del plantel actoral, creo que es una película soporífera hasta unos dolorosos niveles físicos, que puede, en un muy improbable caso, hacerte soltar alguna “risa” en forma de fuerte aire que se escapa por la nariz y poco más.
La forma es más bien pobre, la intimidad que quiere transmitir pronto se pierde en la monotonía y el argumento se estira hasta un final que llega y deja tan frío como el que ha debido pasar el equipo de cámara rodando en esa playa.
Tengo la sensación que es una de esas películas que quizás acabo de apreciar con el tiempo en otro visionado. A tu amigo el “cinéfilo” le encantará, es más, seguramente te mirará por encima del hombro si no te gusta, que es lo que hace la crítica en general, pero bueno yo me arriesgaré a decirlo.
Para mí, como gran disonante y muy probablemente como gran ignorante, les recomiendo encarecidamente que ignoren este film, y que si buscan una película sobre el miedo a la muerte vayan a ver “El gato con botas” que con suerte quizás aún se encuentra en cartelera.
Pero como siempre digo, vean y opinen y no dejen de ir al cine.