'Fast X': la familia regresa para un último gran baile

'Fast X': la familia regresa para un último gran baile

3 Butacas de 5

Dominic Toretto y su familia regresan en una décima entrega cargada de venganza y acción desmedida. Tras 22 años repletos de coches, música y emociones, la saga de Fast & Furious parece iniciar su conclusión con esta película “inacabada”. La décima parte recupera un personaje peculiar, interpretado por Jason Momoa, en busca de venganza y que hará todo lo posible por ver sufrir a Toretto y toda su familia.

La evolución de la saga es notable y sus aspiraciones nunca tuvieron límite. Fast & Furious X es la culminación del trabajo bien hecho. Una propuesta entretenida que pretende poner al límite de sus posibilidades a la familia que durante estos más de 20 años se ha ido conformando en la gran pantalla. Si por algo se ha caracterizado este conjunto de películas ha sido por el multiculturalismo que se respira en cada plano. Lugares, culturas, personas… todo ha tenido cabida en el mundo de las carreras. Esta entrega no podía ser menos y se desplaza por numerosas ciudades del mundo, siendo Roma uno de los principales destinos, con una de las escenas de acción más espectaculares   de la cinta que sirve para rendir homenaje a sus propias predecesoras.

La película se mueve todo el rato por lugares conocidos y la sensación de haber visto este trayecto es más que palpable, sin embargo, ¿a quién le importa a estas alturas? La saga ha conseguido que el vínculo con los espectadores sea muy parecido al que trasmiten los actores en pantalla, por lo que lo único que interesa en esta nueva entrega es acompañar a nuestros “colegas” en una aventura más. Una de esas que ponen al límite a cualquiera y que requerirá pagar un peaje demasiado caro nuestro querido Toretto.

Jason Momoa entra en la saga dispuesto a arruinar la fiesta a cualquiera. Sus motivaciones vienen de bien lejos y la película se encarga de enseñárnoslo en los primeros 10 minutos de metraje. Un villano un tanto sobreactuado y en un registro muy apegado al joker que sacará más de una sonrisa a alguno. Nadie podrá negar después de verla que Momoa es uno de los villanos más interesantes y despiadados de la saga.

Como no podía ser de otra manera, a una fiesta final hay que invitar a todos los amigos. Ningún personaje se queda atrás, todos y cada uno de ellos que en algún momento formaron parte de esta gran franquicia aparecen en pantalla para echar un cable cuando más se les necesita. Sin embargo, esto es algo que le pesa demasiado a la trama. Está continuamente lastrada por culpa de numerosos personajes a los que rendirle una pleitesía un tanto innecesaria que reduce el ritmo y llega hasta resultar cansino. El cambio frenético y repentino de espacio cansa y se hecha en falta un poco de solidez argumental.

Fast & Furious X cumple las expectativas con creces y nos ofrece: escenas de acción impresionantes, la dosis de gasolina necesaria y mucha emoción. Este es el inicio de una conclusión épica. La acción y el entretenimiento están servidos en una película para disfrutar en salas rodeado de amigos y familia. Dominic Toretto se enfrenta a su peor enemigo y necesitará toda a ayuda posible para derrotarlo.