'Crónicas Nocturnas 2019': Alex Proyas, aliens, demonios y amigos imaginarios

'Crónicas Nocturnas 2019': Alex Proyas, aliens, demonios y amigos imaginarios

Análisis de las jornadas del Nocturna 2019

Como cada año, un director de renombre ha venido a Madrid para recoger el premio de Maestro del fantástico que, edición tras edición, otorga el Festival Nocturna a artistas ilustres que han hecho notables aportaciones al género. Este año, con motivo del 25 aniversario de la película El cuervo, le ha tocado al cineasta estadounidense Alex Proyas, que, al igual que Don Mancini el año pasado, impartió una master class en la Sala Berlanga de la mano del director del festival Sergio Molina. En este evento, Proyas compartió con nosotros anécdotas y demás datos de sus películas más emblemáticas. Así pues, dejó claro que su filmografía está basada en sus propias experiencias y que la luz de una película no depende de la paleta de colores empleada sino de la propia historia que se cuenta. También explicó que no le gustan los finales felices, pues no son reales, ni los deprimentes, pues no dejan un atisbo de esperanza en el espectador; lo ideal, según él, es un término medio.

En cuanto a los cineastas que le marcaron, no duda en nombrar a Luis Buñuel, Andrei Tarkovsky, Alfred Hitchcock y Stanley Kubrick, al que considera su dios. Asimismo, nos habla de su etapa cuando trabajaba en videoclips y publicidad con otros directores como Spike Jonze, David Fincher y Michael Bay y de su infancia, cuando, con ocho años, hacía películas con su cámara de Super8.

Con respecto a su debut cinematográfico, El cuervo, dijo que no la había visto desde que la acabó porque para él es muy dolorosa; cuando murió Brandon Lee, no quiso acabarla hasta que, a petición de la familia de Brandon, accedió a terminarla. De igual manera, nos confesó a los ahí presentes que cuando leyó el primer guion, le pareció horroroso (en contraposición al cómic, que le entusiasmó), así que aceptó dirigir el film con la condición de reescribir el guion y hacer la película en blanco y negro, a semejanza del tebeo (algo que, finalmente, no pudo hacer). Define la película como un musical, pues, aunque los actores no canten en pantalla, es la música la que conduce la acción (algo muy poco usual en el cine de la época).

Sobre su otra película insignia, Dark city, nos dijo que la había escrito antes de hacer El cuervo, pero que, al dedicarse al videoclip y la publicidad, le fue muy difícil encontrar financiación (algo que le llegó gracias al éxito de The crow). También dio la explicación de por qué no triunfó en taquilla: el trailer no decía nada de la trama, por lo que el público no conectó con la película. Asimismo dijo que Dark city tiene su origen en unos sueños recurrentes que tenía de joven.

 De igual modo, nos habló de Hollywood, del cine de superhéroes imperante en el mercado, de su falta de imaginación en cuanto a marketing se refiere (“ya no se hacen taglines como el de Alien- En el espacio nadie puede oír tus gritos-, ahora se limitan a poner la cara de Thor en el cartel”). Además, dejó claro su opinión acerca del Hollywood actual, dejándonos titulares como los siguientes:

“Ya no hay imaginación, sólo se hacen remakes y secuelas”.

“A veces Hollywood te dice cómo contar historias. Y eso no siempre es bueno”.

“Actualmente, el cine de animación y el real cada vez se parecen más. En Marvel, el 60% de las películas son de animación. Usan mucho CGI y pocos actores. Se explota el CGI para enmascarar una historia simple”.

Además de la visita de Alex Proyas, estos días hemos podido disfrutar de cine fantástico de distintos estilos. En las jornadas de competición oficial que sucedieron al día de inauguración, mis opciones fueron:

Memory: The origins of Alien (Alexandre O. Philippe)

Este documental, cuyo target principal es el fan de Alien, el octavo pasajero (Ridley Scott, 1979), pretende ilustrar el proceso de creación de la película , desde el primer guion hasta la fase final de producción, a través de declaraciones de profesionales del cine y otros medios narrativos (grata sorpresa ver a Henry Jenkins entre ellos) y escenas extraídas de la mencionada película y de otras que sirvieron de referencia a esta. Precisamente, para los que no somos especialmente fans del film en cuestión, son estas referencias las que sacian nuestra curiosidad por descubrir películas nuevas y por ver de cuántas fuentes bebió el guionista Dan O’Bannon (figura en torno a la que gira gran parte del documental). Para el fan que no conozca todos los entresijos de Alien, el trabajo de O’Bannon y sus dificultades a la hora de llevar a la gran pantalla su guion, supondrá una fuente de enriquecimiento y una manera de completar e incluso reconstruir su visión de la cinta de Ridley Scott. Aunque, a decir verdad, no fueron pocos los fanáticos de Alien ni los que quedamos encantados con el anterior documental de Philippe los que vimos en el documental una falta de cohesión y coherencia narrativas que lastran un trabajo que, de haberse hecho con cimientos más sólidos, hubiese constituido un documento imperdible para tantos seguidores del polizón extraterrestre. Una lástima que no sea así.

Il signor Diavolo (Pupi Avati)

Con horario casi solapado al documental de Alien (que tuve que dejar de ver en los últimos compases de su metraje), se estrenó Il signor Diavolo, la nueva y esperada película de Pupi Avati que constituye un estimulante a la par que inquietante regreso al cine fantástico por parte del director italiano, que nos ofrece un ejercicio de cine policíaco con tintes paranormales y demoníacos  que es, en definitiva, un film de contrastes: bella por fuera y terrorífica por dentro, lumínica y oscura a la vez, sobrenatural y pedestre al mismo tiempo. Sin destripar nada de la trama, decir que, aunque la cinta que nos atañe es liosa en alguna ocasión y no llegara a atrapar por completo a quien escribe estas líneas, podemos decir que Avati ha regresado con buen pie, ofreciéndonos un film clásico y elegante que se resiste a dejarse llevar por los medios y narrativas actuales. Hasta el momento, de lo mejor de lo visto en el festival.

Z (Brandon Christensen)

Todo festival de cine fantástico que se precie debe tener entre su programación una película de niños con amigos imaginarios. La de esta nueva edición de Nocturna se llama Z y rellena con solvencia la casilla obligatoria del subgénero en cuestión. Como era de esperar, no es original, pero tiene elementos (narrativos y cinematográficos) suficientes para tener al público pendiente de lo que ocurre en pantalla. Pero, a pesar de tener recursos llamativos y una dirección de calidad, la estructura del film no deja que se desarrollen ni los personajes ni los acontecimientos que aquí acaecen, pues en realidad estamos ante dos películas en una. Lo malo es que ninguna de las dos vuela en libertad.

Koko-Di Koko-Da (Johannes Nyholm)

Sin duda, estamos ante la sorpresa del festival, al menos para un servidor. En la tercera jornada del festival, en una discreta sesión de las cinco de la tarde, esta versión sueca de El día de la marmota por parte del director Johannes Nyholm hizo las delicias del espectador amante del cine nórdico (como quien escribe estas líneas). A veces simbólica, otras enigmática, (llena de situaciones absurdas y evitables, eso sí), no deja mucho espacio a la originalidad, pero tampoco al aburrimiento. El espectador que se deje atrapar por esta inclasificable obra se quedará pegado a la butaca hasta el último de sus fotogramas.