Recuerdos de Cannes: Anatomía de una Croissette sorprendente

Recuerdos de Cannes: Anatomía de una Croissette sorprendente

El Palacio de Congresos de Cannes volvió a encender las luces del teatro Lumiere para albergar un año más el Festival de cine más importante del mundo. Tras la divertida y controvertida victoria de Ruben Ostlund el año pasado (y con este mismo siendo presidente del jurado), daba comienzo la 76 edición del Festival de Cannes. Entre los miembros del jurado destacan actores como Brie Larson o Paul Dano, grandes figuras de la industria cinematográfica que tendrían que ser los encargados de entregar una nueva Palma de Oro en lo que ha sido una edición más reñida de lo esperado.

Este año se han congregado en el Festival algunos de los nombres más populares del cine mundial como Scorsese o Almodóvar, que tuvieron los estrenos mundiales de sus respectivas obras (Killers of the Flower Moon y Extraña forma de vida) en el festival. Sin embargo, la sección oficial no se quedaba atrás. Kaurismaki, Rohrwacher, Haynes o Wenders son solo algunos de los remarcados cineastas que no han dudado en volver un año más a Cannes. A pesar de todo fue Justine Triet (cineasta que deleitó a la industria en el festival con Sibyl hace cuatro años) la que terminó haciéndose con el premio con una película tan redonda como disfrutable como es Anatomía de una caída. Y con esas, esta edición quedaba algunas otras obras que es necesario mencionar.

‘A Brighter Tomorrow’, de Nanni Moretti

Comenzamos el día con la nueva película del actor y director Nanni Moretti. El italiano ya consiguió hacerse con la Palma de Oro en 2001 con La habitación del hijo y este año se presentaba con la película El sol del futuro. La cinta nos habla de un tema tan manido como interesante: el hecho de hacer cine y las repercusiones sociales y personales que puede tener. Sí, es cierto que la cinta de Moretti puede llegar a resultar ingeniosa en ciertos chistes y escenas, pero no deja de estar contaminada por un ritmo lento que no concuerda con su guion, mucho más jugoso. La cinta es dulce y cuenta con momentos musicales que llegan al corazón, pero a la película le falta rematar una historia que no termina de conquistar.

‘Homecoming’, de Catherine Corsini

Catherine Corsini presentó Homecoming en Cannes 2023, una historia sobre una familia compuesta por una mujer y sus dos hijas que deciden volver a Córcega para pasar el verano. A pesar de contar con cierto efectismo y con un interés en dejar huella en el espectador demasiado notable, lo cierto es que la película termina siendo emotiva y destacable. Esto se debe al impecable trabajo de sus tres actrices protagonistas, cuyos grisáceos personajes terminan resultando lo más interesante de una historia que se centra en la búsqueda de la identidad en la propia familia.

Destacar el trabajo de sus dos jóvenes actrices, que elevan la historia con sus idas y venidas.

‘Fallen Leaves’, de Aki Kaurismaki

Aki Kaurismaki también vuelve un año más al festival, pero esta vez con una historia de amor como poquitas nos hemos encontrado en Cannes. Dentro de un mundo que se va desmoronando por la falta de amor y las continuas guerras, una dependiente y un trabajador de obra comienzan a conocerse, intentando empezar una historia de amor que va y viene a lo largo del film. Y es que puede que Fallen Leaves no deje de ser una historia de amor entre dos personas rotas por la vida y la misma sociedad, pero eso no hace que sea aburrida o manida. Kaurismaki se encarga de darle corazón a unos personajes paródicos y caricaturizados, dentro de un marco tan horroroso como realista: nuestra propia vida. Una obra maestra del finlandes que rebosa amor y que sí, consigue hacerte sonreír en más de una ocasión.

‘The Breaking Ice’, de Anthony Chen

Nos alejamos de la sección oficial para hablar de la última película de Anthony Cheng, llamada The Breaking Ice. La historia nos habla acerca de tres jóvenes en sus 20 años, tres jóvenes que se encuentran en un momento de sus vidas en los que no saben hacia donde ir. No será hasta que se conozcan cuando comiencen a vislumbrar su verdadera personalidad y su camino. Cheng realiza un trabajo sencillo con sus personajes, pero nada despreciable. Los trata con cariño a lo largo de la narración, convirtiéndoles en el punto central de una historia que puede llegar a cualquier espectador que se haya sentido perdido a lo largo de su juventud. Se podría decir que el realizador chino se deja llevar mucho en su reflexión sobre las crisis existenciales de los tres protagonistas, pero no por ello deja de ser una cinta bellísima y completamente encomiable.

‘May December’, de Todd Haynes

Llegamos a uno de los platos fuertes del festival. Todd Haynes ya había conquistado al mundo con una cinta tan humana como es Carol. Sin embargo, si los fans de la cinta de Blanchett están buscando en May December algo parecido, puedo asegurar que no lo vais a encontrar. Esta película nos cuenta la historia de Elizabeth, una joven actriz que se encarga de preparar un papel para una cinta basada en hechos reales sobre Grace y Joe, una pareja cuya relación y diferencia de edad (24 años concretamente) se consideró todo un escándalo en su época. Haynes se divierte de lo lindo con una película que bebe del clásico telefilm, pero que no puede dejar de resultar más divertida y rebuscada. Julianne Moore y Natalie Portman se enfrentan en un duelo interpretativo que se mueve entre la comedia y el melodrama.

‘Club Zero’, de Jessica Hausner

Una de las películas más inquietantes del Festival viene de la mano de la directora austriaca Jessica Hausner. Club Zero nos presenta un instituto de clase alta, en el que la señorita Novak (interpretada notablemente por Mia Wasikowska) comienza a dar una clase de nutrición a un grupo de alumnos. Esta premisa irá llevándose poco a poco hasta el extremo, creando una cinta que no solo habla de los problemas alimenticios de los adolescentes, sino también de lo influenciables e importantes que son las personas en las que contamos para educar a nuestros hijos. Hausner tiene un gusto exquisito en la dirección (cercano al de Wes Anderson), pero su guion termina siendo plano y desvariando hacia un final que remarca su mensaje hasta la saciedad. Aun así, sigue siendo una de las películas más interesantes de la sección oficial de Cannes.

‘The Zone of Interest’, de Jonathan Glazer

Cualquier persona que recuerde alguna de las películas de Jonathan Glazer (esa Under The Skin es difícil de olvidar) debe estar cuanto menos interesado en su nueva película. Y más cuando es una reflexión sobre la familia en un marco tan tenebroso y violento como es el campo de concentración de Auschwitz. The Zone of Interest destaca no tanto por su historia o su guion, sino por la forma que tiene el inglés de hablar de algo tan desagradable como el Holocausto desde una perspectiva tan poco vista en la historia del cine. Una cinta aterradora incluso sin mostrar toda la violencia que rodea a sus protagonistas, gracias al talento de Glazer detrás de las cámaras. Una película estimulante que, no siendo para cualquier espectador, termina convirtiéndose en una obra contemporánea y clave sobre el Nazismo.

Algunos de los directores más destacados consiguieron grandes alabanzas en esta última edición del Festival de Cannes. Aki Kaurismaki o Jonathan Glazer han sido solo un par de los nombres de los que más se ha hablado a lo largo de los últimos días. Sin embargo, todavía faltaban algunos de los platos fuertes del festival. Triet, Wenders, Koreeda o Rohrwacher fueron otros grandes realizadores que han sorprendido en el festival con películas tan diferentes como destacables.

‘Firebrand’, de Karim Ainouz

La perspectiva de contar la historia de la última mujer de Enrique VIII puede llegar a ser de lo más interesante. Y cuando te dicen que la va a dirigir el director de La vida invisible de Eurídice Gusmao con un reparto liderado por Alicia Vikander y Jude Law, la cosa cambia por completo. Hay que afirmar que la película promete un drama romántico de época que hará las delicias de cualquier fan de la historia de este famoso rey. Cumple con su cometido sin problema, pero se siente que la cinta no da todo lo que podría dar. Ainouz no ofrece nada nuevo al espectador con Firebrand, pero no por eso es una película decepcionante. Esta va de menos a más, adentrándose cada vez más en el terror del personaje de Catherine Paar, interpretado por una solvente Alicia Vikander cuya interpretación se queda a la sombra de la de un desatado Jude Law. Su Enrique VIII podría considerarse una de las grandes interpretaciones de su carrera.

‘Perfect Days’, de Wim Wenders

Wim Wenders vuelve a la sección oficial del Festival de Cannes. Han pasado casi 40 años desde que el realizador alemán ganó la Palma de Oro por Paris, Texas. Ahora viene con una cinta completamente distinta como es Perfect Days, una oda a la vida cotidiana y tranquila protagonizada por Koji Yakusho, que interpreta a un hombre cuya rutina se basa en trabajar, escuchar su música favorita y disfrutar de esos pequeños instantes de felicidad. Lo cierto es que lo nuevo de Wenders ha sido una sorpresa mayúscula. Sin ser gran cosa ni pretender sorprender al espectador, Perfect Days es una cinta agradable, preciosa, y con muchísimo corazón. Conquistará a cualquiera que adore los pequeños placeres de la vida. Yakusho es el alma de la película, regalándonos una interpretación tan discreta como preciosa.

‘Anatomía de una caída’, de Justine Triet

Y llegamos a la tremenda ganadora del último Festival de Cannes. Justine Triet llegaba a esta edición después de intentar ganar la Palma de Oro con Sibyl. Pero Anatomía de una caída no tiene nada que ver con su anterior cinta. En esta nueva película, la directora francesa disecciona a la perfección la relación de un matrimonio cuando uno de sus miembros muere en extrañas circunstancias. Es aquí cuando la acción comienza y no para en ningún momento, dejando al espectador con la duda constante entre la ficción y la realidad. La nueva película de Triet termina siendo un entretenido rompecabezas que pone al espectador en el centro de la historia, al que le da las pistas necesarias para que él mismo juegue y determine lo que está pasando realmente. No deja de basarse en un detonante visto mil veces tanto en cine como en televisión, pero eso no quita que la directora haya realizado una obra de orfebrería casi perfecta, en la que sus dos horas y media se sienten como un paseo, como todo un juego para el público. Un thriller psicológico muy fino en su ejecución que será todo un placer para los amantes de las películas de juicios.

‘Monster’, de Hirokazu Koreeda

Y de un rompecabezas pasamos a otro, pero desde una perspectiva muy distinta. Koreeda ya volvió a Cannes el año pasado con Broker, una cinta que, a pesar de contentar a la mayor parte del público, terminó quedándose a medio gas. En Monster, el japonés vuelve a traernos una historia sobre la familia y la búsqueda de la identidad, en la que una madre soltera tendrá que descubrir de dónde proviene el extraño comportamiento de su hijo. Koreeda se encarga de llevarnos por la trama desde los diferentes ángulos que la conforman, agilizando la acción y haciendo que el ritmo no decaiga en ningún momento. Un drama familiar precioso sobre lo que realmente sentimos y sobre nuestra identidad en el que el director se vuelca de lleno, incluso a pesar de ser tramposa en ciertos instantes. Podría estar perfectamente entre las mejores de su filmografía. Y sí, la banda sonora de Sakamoto es perfecta para la película.

‘The Pot-au-Feu’, de Tran Anh Hung

Era una de las películas más desconocidas de toda la sección oficial, pero hay que reconocer que lo que hace Tran Anh Hung (director de películas como El olor de la papaya verde o Cyclo) en La pasión de Dodin Bouffant es de estudio. Durante sus más de dos horas de duración, el realizador vietnamita nos relata la historia de amor de Dodin y Eugene (esta última interpretada por una hipnótica Juliette Binoche) a través de sus creaciones culinarias, las verdaderas protagonistas de la película. Cuenta con unos personajes preciosos y una dirección con mucho pulso y creatividad, centrada principalmente en los diferentes platos que crean los protagonistas en la cocina. Un romance culinario con mucho corazón que, a pesar de no dejar de ser una historia clásica, termina dejándonos con las lágrimas en los ojos. Claramente, una de las grandes sorpresas del festival (incluso aunque se regodee demasiado en esa deliciosa comida que vemos en pantalla).

‘Asteroid City’, de Wes Anderson

Las películas de Wes Anderson siempre crean un hype inaudito. Es comprensible si tenemos en cuenta que el realizador estadounidense es un prodigio a la hora de crear estéticas brillantes y sensaciones de lo más bonitas en el espectador. Sin embargo, esto no es suficiente para hacer de Asteroid City una de las mejores películas de su filmografía. Su reparto estelar brilla todo lo que puede en una película que, a pesar de contar con momentos que pueden sacar más de una sonrisa, termina quedándose a medio gas según va pasando el metraje. La cinta está demasiado centrada en su variedad de personajes y en intentar ser técnicamente impecable que deja de lado el valor emocional de la historia, creando una maraña de situaciones y escenas que poco tienen que ver las unas con las otras. Podemos encontrar ciertos momentos de virtuosismo o comicidad, pero Asteroid City termina sintiéndose como un revoltijo de instantes que intentan constantemente dejar mella en el espectador. Una película que puede que solo esté hecha para los fans del Anderson más cuqui.

‘La Chimera’, de Alice Rohrwacher

Llegamos a la última película del festival. Lazzaro feliz ya conquistó a gran parte del público y la industria cinéfila en 2018, pero se quedó sin la Palma de Oro. Ahora, la directora italiana Alice Rohrwacher vuelve al festival con La Chimera, que nos relata la historia de un grupo de amigos (liderados por un hipnótico Josh O’Connor) que dedican su vida a saquear tumbas y vender reliquias arqueológicas robadas. Rohrwacher crea una historia donde lo divino y lo metafórico está en cada una de sus escenas, creando una reflexión sobre lo ético y moral, una fábula en la que su protagonista se encuentra continuamente en encrucijadas. Una bellísima y entretenida película que irá creciendo en el espectador con el paso de su metraje, conquistando al público con su simbolismo y las diferentes relaciones que se establecen entre sus personajes. Estamos ante una de las cintas más especiales del festival.