'Anticlímax': Un onírico desamor

'Anticlímax': Un onírico desamor

ENTREVISTA NÉSTOR LÓPEZ Y ÓSCAR ROMERO

4 Butacas de 5

Anticlímax, el aclamado y multipremiado cortometraje dirigido por Néstor López y Óscar Romero, nos sumerge en una conmovedora exploración de la cansina rutina y la incomunicación en una pareja, encarnada magistralmente por Manolo Solo y Belén López como Jaime y Rocío, sin quemar ninguna sorpresa. La película se desenvuelve entre la realidad y un mundo onírico donde los sueños se convierten en el medio crucial de comunicación para esta pareja atrapada en una relación sin pasión.

            La fotografía, las locaciones y la música son elementos que sobresalen. La elección de Portugal y España como escenarios aporta una atmósfera idílica y onírica, enfatizando el contraste entre el mundo de los sueños y la realidad, sobre todo esa playa que te hace sentir estar en un paraíso. La banda sonora, seleccionada con precisión, no solo añade un componente emocional, sino que también actúa como un narrador silencioso.

            La película aborda de manera conmovedora la importancia de la comunicación en una relación. A través de los sueños, los protagonistas encuentran la capacidad de expresar lo que no pueden hacer en la vida real. Esto subraya la necesidad de abrir canales de diálogo en una pareja, enfrentando los miedos, problemas y traumas que puedan existir, pero también ese deseo pasional del inicio. Nos recuerda que, el amor requiere esfuerzo constante y que la pasión es un ingrediente esencial.

            Otro punto para destacar es la edición, esos saltos entre los sueños de cada uno, porque sí tiene un montaje en paralelo a nivel onírico, y los saltos a la realidad que convergen en una comunicación “dormida”, hacen que narrativamente sea un placer visual seguir la historia que, como su título lo sugiere, no termina de la mejor manera para los protagonistas.

            “Anticlímax” es un onírico desamor con un elenco de alto nivel, una dirección precisa y una narrativa envolvente, ya que logra capturar la esencia de una relación atrapada en la rutina y la incomunicación y es un recordatorio impactante de que el amor requiere siempre esfuerzo.