'Aunque es de Noche' podrá verse en San Sebastián

'Aunque es de Noche' podrá verse en San Sebastián

Tras su estreno mundial en la Sección Oficial de Cannes, compite en el Festival de San Sebastián, Zabaltegi-Tabakalera

Cortometraje de ficción que relata la infancia perdida de un niño de La Cañada Real, a las afueras de Madrid

AUNQUE ES DE NOCHE es el nuevo cortometraje de ficción del cineasta Guillermo García López, ganador del Goya a Mejor Documental por Frágil equilibrio (2016). Tuvo su preestreno recientemente en la Sección Oficial del Festival de Cannes a competición, nominado a la Palma de Oro, y competirá en la Sección Zabaltegi-Tabakalera del Festival de San Sebastián

AUNQUE ES DE NOCHE es un relato sobre la infancia perdida de un niño de La Cañada Real, el asentamiento irregular más grande de Europa, situado a las afueras de Madrid, donde no hay suministro eléctrico.

Es una ficción interpretada por actores naturales residentes en La Cañada Real. La comunidad ha participado en el rodaje delante y detrás de las cámaras, en un proceso que bebe de los talleres de cine que el director Guillermo García López ha realizado con niños, adolescentes y adultos desde hace cuatro años allí. 

El cortometraje explora a través de la fábula y la mezcla de formatos (celuloide y digital) los días de Toni, un niño de La Cañada que está preparándose para la despedida de su mejor amigo, Nasser, el cual va a mudarse de forma inminente a Francia. Combinando el realismo poético con los planos que los mismos protagonistas graban con un teléfono móvil, AUNQUE ES DE NOCHE ofrece una profunda reflexión sobre la vida de las comunidades que viven aisladas y prácticamente vilipendiadas de la sociedad moderna a través de la inocencia y la pérdida de la misma al enfrentarse al futuro y al mundo adulto.

NOTAS DEL DIRECTOR

AUNQUE ES DE NOCHE surge de una imagen: un niño reclama su infancia al ver cómo ésta se escapa volando. También es fruto de mi profunda relación con la comunidad de La Cañada, el asentamiento irregular más grande de Europa, a las afueras de Madrid. Un lugar lleno de luz a pesar de que allí las familias vivan en la sombra, sin suministro eléctrico, absolutamente al margen de la ciudad, fabulando acerca de un futuro sobre el que no tienen ningún control. He querido materializar una de estas fabulaciones: Toni, el protagonista, graba con su teléfono móvil evocando las leyendas sobre el futuro que escucha en su casa. Y he querido también explorar el diálogo entre esas imágenes digitales y las demás imágenes, analógicas, en la película. En esta atmósfera, Toni se enfrenta a la pérdida. De un amigo, y de una forma de mirar el mundo. Esa mirada, la de la infancia, es la que quiere capturar la película y Toni con ella, antes de que se desvanezca en la noche.