'Los mercenarios 4': un partido de veteranos sin mucha emoción

'Los mercenarios 4': un partido de veteranos sin mucha emoción

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Los partidos de veteranos es el momento donde viejas estrellas o “casis algo” tienen oportunidad de demostrar lo que siguen valiendo. Un encuentro que siempre termina con alguna que otra pelea, risas y buen humor. No hacen daño a nadie y, en última instancia, sirven para evidenciar la falta de forma y educación de los protagonistas. Los mercenarios nació en 2010 como una de las muchas y alocadas ideas de Silvester Stallone, en ella un grupo de hombres marginales y con muy mala leche es contratado por la CIA para mancharse los pantalones de barro. La película funcionó y pronto se convirtió en la franquicia idónea para servir de escaparate a viejas glorias del cine de acción de los noventa y los dos miles.

Los mercenarios 4 carece de gracia y originalidad alguna. Es un producto que evidencia el más que evidente desgaste de figuras como Dolph Lundgren, Randy Couture o el propio Silvester Stallone. Jason Statham parece el único capaz de mantener el tipo y tomarse la película por lo que verdaderamente es. Quizá por su ya reconocida aparición en películas de serie B con argumentos vagos y carentes de lógica alguna.

Si algo llamaba siempre la atención este tipo de películas eran sus apariciones estelares, los cameos y la presencia en conjunto de viejas glorias. Pues bien, Los mercenarios 4 evidencia la falta de gracia de estas estrellas, ya no solo es que no aparezcan, es que las pocas que están no hacen nada por mejorar la propuesta. En esta cinta todo es de cartón piedra, hasta los decorados y no les importa ocultarlo (hay una escena en el portaviones de puro sonrojo visual)

La película parece un conjunto de remiendos mal finalizados, con un CGI espantoso y unas secuencias que dejan mucho que desear. Cuando uno se aproxima a productos de este calibre es consciente de que debe bajar el nivel de exigencia, pero para todo hay límites. Está claro que los diálogos y la creación de personajes no es el fuerte de esta propuesta, pero aun así logra asomarse a un pozo demasiado oscuro. La acción es escasa y está plagada de clichés y lugares comunes que ya han sido vistos en otras mucho mejores películas.

Si juntamos un guion mal atornillado, unas escenas de acción poco trabajadas y unas estrellas aburridas y cansadas nos queda Los mercenarios 4. Esa película que puedes ir a ver si tienes demasiado tiempo libre y no te importa malgastarlo en hora y cuarenta de cine troglodita.