4’5 Butacas de 5
El director de ‘Custodia compartida’, Xavier Legrand, presenta esta nueva película, ‘The successor’, en el Festival de San Sebastián. Se trata de un thriller dramático, muy intenso y con una atmósfera absorbente.
Cuenta la historia de Ellias Barnès, un joven diseñador de moda de 30 años, que acaba de ser nombrado nuevo director artístico de una famosa casa de moda parisina. Debido a la presión y a las expectativas depositadas en él, empieza a experimentar fuertes dolores en el pecho. Justo en ese momento, cuando se pregunta si esos dolores se deben a sus antecedentes familiares, recibe la noticia de que su padre ha fallecido. Deja todo a un lado para ir a tramitar los asuntos del funeral, con poco interés ya que llevaba años sin tener relación con su padre. Sin embargo, en casa del difunto, descubre que quizá haya heredado algo más que sus problemas cardíacos.
El inicio de la película es ligeramente lento y se llega a hacer pesado, lo cual es lo único “malo” que se puede decir de ella. En el momento que da el pistoletazo de salida, la angustia del protagonista es tan constante como contagiosa. El ritmo empieza a ser vertiginoso mientras se dan todos los acontecimientos, tan impactantes como impredecibles, que llevan a la historia a un punto álgido en el que todo encaja como un puzle.
Todo el peso recae en el protagonista, interpretado por Marc-André Grondin. Su espectacular actuación hace de la historia algo absorbente, no puedes despegar los ojos de la pantalla. Su personaje sufre una evolución tan desastrosa como brillantemente interpretada, un viaje a los infiernos que el actor ejecuta perfectamente.
‘The successor’ es una película inquietante y angustiante, que juega constantemente con un terror psicológico perfectamente presentado. Sin caer en excesos o grandilocuencias, cuenta una historia aparentemente cotidiana, que se convierte en algo tan terrorífico como real. No es una película de terror, pero la historia es algo terrorífico por lo posible que se siente. Sin duda, una gran muestra de cine en su máximo esplendor.