'Saw X': Kramer contra Kramer

'Saw X': Kramer contra Kramer

2’5 Butacas de 5

Antes que nada, quiero aclarar mi postura respecto a la saga antes de centrarme en comentar ‘Saw X’. ¿Te parece bien? ¡Allá vamos!

Lo que comenzó como un cortometraje low cost se convirtió de la noche a la mañana en una obra que sentó las nuevas bases para el terror del nuevo siglo, y poco a poco dio paso a una de las franquicias más exitosas y longevas del género (y hay algunas más).

De una manera u otra, la saga de Jigsaw ha sido un producto rentable durante años, mucho después del lanzamiento original de James Wan (Películón). Jugando con espectadores fieles y la adhesión de algunos recién llegados, pero llegando a su décima entrega y con el spin-off de Chris Rock todavía presente, me pregunto:

¿Aún interesa a alguien?

La respuesta es sí

Si había algo que la franquicia aún no nos había entregado, era una historia en la que el rol principal fuera John Kramer, el ¿villano? original de la saga. Por eso, después de muchos imitadores, Saw vuelve su mirada al pasado, contándonos lo que le sucedió a Kramer durante los años comprendidos entre la primera y la segunda entrega de la trilogía original. Es un regreso a los orígenes en el que el protagonismo no lo tienen las víctimas de Jigsaw, sino el hombre que está detrás de cada prueba. Esta décima película puede considerarse en cierto modo como una exploración de los orígenes o del desarrollo de las motivaciones de su protagonista. Sin embargo, si esperas que llene huecos y sirva de puente, es posible que no te quedes completamente satisfecho; es más bien una excusa para pasar un tiempo con John alejado de las entregas anteriores, un apéndice que no contradice la saga pero que no contribuye significativamente al conjunto de películas.

Como deberían saber a estas alturas, John tiene cáncer terminal, que es el leitmotiv de su personaje, y le quedan pocos meses de vida. Desesperado, encuentra una posibilidad de curación mediante un tratamiento experimental en México. Esto le devuelve la vitalidad y lo lleva a jugárselo todo por una oportunidad de recuperar una vida que se le escapa con cada aliento. Sin dudarlo, hace las maletas con las esperanzas que parecía haber perdido. Sin embargo, no será tan fácil como lo pintan

El mítico actor Tobin Bell vuelve a las andadas, realizando lo que, para mí, es su mejor trabajo interpretativo. Por primera vez, el relato descansa sobre sus hombros, siendo un hombre roto en busca de la salvación. Pasa de momentos emocionales a intensos con gran facilidad; con un pequeño gesto, te hiela la sangre, y con una sonrisa amable, logra emocionarte. Sí, amigos, en ‘Saw X’ intentan explorar el lado antihéroe del personaje, aportándole cierta nobleza en algunos pasajes y jugando con la ironía de forma bastante divertida en otros. Si omitimos la primera escena de la película, el inicio de la historia parece sacado de un drama de Isabel Coixet, hasta que todo explota al final del primer acto, claro. ¿Y cuándo sucede eso?

Bueno, resulta que el tratamiento experimental que iba a salvar la vida de Kramer era un engaño, formando parte de un plan para estafar a clientes desesperados con enfermedades terminales. Cuando se da cuenta de esto y descubre la trama, los fans de la saga se relamen y comienza el espectáculo.¡VENGANZA!

El espectador fiel descubrirá los mejores momentos en ‘Saw X’ con las pruebas mortales a las que somete a sus supuestos sanitarios.  La excepción es que el director nos muestra tanto a las víctimas de Kramer como a él mismo. En esta ocasión, él importa mucho más que ellos. La franquicia, ya asentada en el gore mainstream, nos presenta escenas llenas de tensión y vísceras sin restricciones, jugando con montajes trepidantes y sugestionando al espectador con momentos tan rocambolescos como sangrientos. Lo más sorprendente quizás es la logística de preparar todo este dispositivo en tiempo récord mientras está de vacaciones en México

El regreso de Jigsaw satisfará a los seguidores de la saga, dándoles lo que necesitan, junto con guiños cómplices y alguna escena post-créditos. Es una excusa lo suficientemente poderosa como para que acudan a la sala y pasen un par de horas inmersos en estos juegos macabros.