'Cuéntame cómo pasó': hasta siempre familia Alcántara

'Cuéntame cómo pasó': hasta siempre familia Alcántara

Analizamos el primer episodio de la última temporada de la popular serie de TVE

Llevo viendo Cuéntame cómo pasó ,desde su primera temporada, como uno de sus espectadores más fieles, en el ya lejano año 2001, y en esta ficción televisiva me he visto reflejado por una serie de razones que expongo a continuación:  El barrio de San Genaro se parece mucho a mi barrio de toda la vida, con sus comercios y ese ambiente familiar (al menos en los años de mi infancia y adolescencia); he coincidido en muchas ocasiones con sus rodajes, pues han usado numerosas localizaciones de mi ciudad natal, Alcalá de Henares (en la Comunidad de Madrid), a lo largo de estos veintidós años; las dos ramas de mi familia son inmigrantes de otras regiones españolas, al igual que Antonio Alcántara y los suyos,  y vinieron a Madrid en busca de una vida mejor y más próspera.

Nota(1): Coincidía con Ricardo Gómez, Manuel Dios y Santiago Crespo (con Alicia Hermida ayudándolos a repasar sus textos) en sus escenas del camión, en las primeras temporadas, porque la Antigua Cárcel de Mujeres de mi ciudad, el Parador de Turismo en la actualidad, estaba de camino a la Escuela Oficial de Idiomas. Tenía clases de inglés, los martes y los jueves, por tanto uno de esos dos días siempre me cruzaba con el equipo y con ellos.

Me va a costar ser objetivo, lo reconozco, en esta reseña, pero estoy haciendo un esfuerzo titánico para sacar a relucir mi espíritu crítico, sin cargar en exceso las tintas con los puntos negativos y moderar mi entusiasmo con los positivos. Tampoco voy a estropear las sorpresas del capítulo a aquellos que estén esperando al estreno de la próxima semana para verlo en la cadena pública. ¡Lo prometo, con la mano el pecho!

Nota(2): Va a ser una temporada corta, con siete capítulos para dar protagonismo a todos los personajes por igual y cerrar todas las tramas, y el día de emisión es el miércoles en vez del jueves, pues lo ocupa otras de las producciones de RTVE.

La temporada comienza en el año 2001 con los distintos miembros de la familia coincidiendo en “un evento público” y en el mismo se palpa la tensión entre ellos. ¿Por qué? No se extienden en el mismo y dan un salto temporal a las Navidades de 1994 para ahondar en el origen de esas rencillas familiares. Además, hacen un repaso pormenorizado de la situación de cada uno de ellos, para enlazarlo con la temporada anterior, para ponernos al día con cada uno de los integrantes del clan de los Alcántara Fernández.

Nota(3): Hay referencias, directas e indirectas, al primerizo arlos Arguiñano, toda una institución desde los años noventa, a los primeros teléfonos móviles, a internet, cuando casi nadie lo tenía en su hogar,a un Especial de Nochevieja de Martes y Trece (si no me falla la memoria el chiste recurrente fue Luis Roldán, el director de la Guardia Civil en ese momento) y a la retransmisión de las Campanadas de Fin de Año del dúo formado por Joaquín Prat, el padre, y Ana Obregón.

Entre los puntos positivos destaco su ajustada duración de una hora, contando con la cabecera y los títulos de crédito, la cual pasa en un santiamén, manteniendo en todo momento el interés y con su plantel brillando al nivel acostumbrado. También destaco la factura técnica, junto al buen hacer del director y el resto del equipo en sus distintos departamentos.

Entre los negativos, por poner algún que otro pero, me gustaría apuntar el claro desgaste de la historia, algo normal con tantos episodios a lo largo de todos estos años, y el poco protagonismo de algunos de los personajes secundarios, aunque confío en que lo subsanarán en los seis restantes, antes del adiós definitivo.

Nota(4): Usan con mucho acierto “El sitio de mi recreo”, de Antonio Vega, en un determinado momento, el cual no voy a desvelar, y queda genial, como ha ocurrido en muchas otras ocasiones.

En conclusión, dejará más que contentos a los fieles, como es mi caso, y a estas alturas de la película no atraerá a nuevos espectadores, como ocurre con otras ficciones televisivas que llevan muchos años en antena (el ejemplo más claro es “Amar es para siempre”, con su antecesora “Amar en tiempos revueltos”). Hubo un antes y habrá un después cuando echen el cierre, marcando un verdadero hito, tanto en la historia de la televisión en España como en el siglo veintiuno, cuando escuchemos por última vez su sintonía.