'Anatomía de una caída': una obra maestra de obligado visionado

'Anatomía de una caída': una obra maestra de obligado visionado

4’5 Butacas de 5

La última ganadora de la Palma de oro en Cannes no decepciona y es lo que promete: una increíble película de suspense, intriga y una insoportable tensión. Dirigida por Justine Triet, ‘Anatomía de una caída’ se ha convertido, sin duda, en una de las mejores películas de este año. La protagoniza Sandra Hüller, que lleva gran parte del peso dramático, y la acompañan Milo Machado Graner, Swann Arlaud y Samuel Theis.

Cuenta la historia de Sandra, una mujer alemana que vive con su marido Samuel y su hijo Daniel en medio de los Alpes franceses. Cuando Samuel muere al precipitarse desde el balcón de la casa, los investigadores no son capaces de determinar si fue una caída, un suicidio o un asesinato. Sandra es juzgada por asesinato y deberá defender su supuesta inocencia en un proceso que expondrá toda su vida personal.

La película, además de mostrar a la perfección toda la tensión del juicio, explora las relaciones de una manera fría y distante, porque se convierten en pruebas. Este análisis de la relación entre Sandra y su marido, o de Daniel con cada uno de sus padres, deja de manifiesto la moral todavía imperante. Sandra es una mujer independiente, fuerte y exitosa, y en ocasiones parece que se la juzga por eso, porque su marido no lo era. Por otro lado, Daniel es un niño, casi adolescente, ciego y un poco dependiente, lidiando por el duelo por la muerte de su padre y el proceso de juicio a su madre. Todo este análisis se condensa en las dos horas y media que dura la película, haciendo de ella un análisis excepcional de las relaciones familiares y la gestión del éxito y el fracaso en el matrimonio.

La película es una montaña rusa en la que constantemente se pone en duda cada una de las partes y en ningún momento sabes a quién creer. Queremos creer a Sandra, porque hemos empatizado con ella antes, pero hay pruebas sólidas en su contra, entonces, como nadie sabe nada, nosotros no sabemos a quién creer y la película juega con nosotros como quiere.

Sin duda, es una obligación disfrutar de esta historia, que no va a dejar indiferente y nos va a meter de lleno en una trama tan enrevesada como interesante. No siempre estoy de acuerdo con lo que dicen en Cannes, pero este año parece que han acertado bastante (además huele a Oscar), por lo que recomiendo encarecidamente que veáis esta obra maestra.