'Vincent debe Morir': la necesidad inherente de hacer daño y destruir que tenemos los humanos

'Vincent debe Morir':  la necesidad inherente de hacer daño y destruir que tenemos los humanos

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La ópera prima de Stéphan Castang es una tragicomedia que busca explorar lo que se esconde detrás la necesidad inherente de hacer daño y destruir que tenemos los humanos.

El concepto es bastante sencillo: ¿cómo vivirías si, al establecer contacto visual con otro humano, este se volviera completamente loco e intentar matarte? Esto es lo que le sucede a Vincent, un pobre desgraciado que tendrá que aprender a vivir con esta nueva y extraña enfermedad. Karim Leklou da vía a Vincent, su fisiología y su interpretación cercana y humana son una de las grandes bazas con las que cuenta el filme.

Vincent debe Morir es un gran debut. Tiene sus pequeñas aristas, pero la dirección tiene mucho pulso y la historia maneja originalidad y clasicismo de manera equilibrada. Castang responde a la pregunta que formula con el poder del amor, que, por más ñoño que pueda sonar, es lo mejor decisión que podía tomar. El cineasta no tiene no tiene miedo de adentrarse y mostrarnos las cavernas más oscuras de nuestra sociedad, deconstruyendo varias construcciones sociales por el camino. La tesis final me resulta muy liberadora y aporta un rayo de luz esperanzador.