'Casa en Flames': La familia mal, gracias

'Casa en Flames': La familia mal, gracias

4 Butacas de 5

Dani de la Orden y Eduard Sola (Barcelona, nit d’estiu, Barcelona, nit d’hivern) vuelven a trabajar juntos en una sorprendente, ácida y divertidísima comedia sobre los afectos familiares con una Emma Vilarasau de Goya.

Montse (Emma Vilarasau) está a punto de pasar un fin de semana con su familia en la casa familiar de Cadaqués, en la Costa Brava. Hace meses que no ve a sus hijos y le hace mucha ilusión este viaje porque les ha llamado para decirles que va a vender la casa. Antes de salir, pasa por casa de su madre y encuentra una situación dramática por la que debería posponer ese viaje, pero Montse decide seguir adelante porque nada va a arruinar sus planes. En este viaje conoce a Marta (Macarena García) la nueva novia de su hijo.

Carlos (Alberto San Juan), exmarido de Montse, aparece por la casa para convencer a Montse de que no la venda, pero un inesperado dolor de ciática hace que tenga que guardar reposo y pasar unos días en la casa familiar. Además, va acompañado de su novia (Clara Segura) lo que hace la situación se vuelva más incómoda entre Carlos, Montse y sus hijos.

La tensión va apoderándose de la película porque los personajes guardan demasiadas cosas no dichas. Júlia (María Rodríguez) tiene un secreto y hace que se vea sobrepasada por su vida familiar y conyugal lo que la hace sentirse mala madre. Su hermano David (Enric Auquer) ha tenido varias novias, pero todas le dejan porque es un narcisista, un inmaduro y un tóxico y Carlos el exmarido y padre es un liante que hizo algo ilegal con la casa y no se lo dijo a su exmujer. Montse es una mujer de la burguesía catalana que no trabajó fuera de casa y se dedicó a cuidar a sus hijos mientras que Carlos trabajaba en una notaría y montaba su bufete. Se siente abandonada por sus hijos, no reconocida en su sacrificio y dedicación hacia ellos y al mismo tiempo que reprocha a sus hijos su trato ella trata igual a su madre.

A medida que avanza la película los personajes se van diciendo todo lo que se han ido guardado durante tantos. El guion de Eduard Sola está plagado de chistes que los personajes lanzan como dardos en medio de divertidas e intensas conversaciones caóticas, entrecortadas en las que hay gritos y risas. La película reflexiona sobre cómo de mal quieren algunos hijos a sus madres cuando son adultos.

Todo el reparto está fantástico derrochando mucha química entre ellos en una comedia dramática en la que la forma en la que los personajes dicen los diálogos es clave para que el guion funcione como un reloj. Emma Vilarasau tiene por fin un personaje protagonista potente en una película por el que debería conseguir nominaciones en la próxima temporada de premios.