2 Butacas de 5

Este jueves 5 de diciembre se estrena en cines de España Here (Aquí) (2024), la nueva película de Robert Zemeckis (Náufrago) que reúne treinta años después a los protagonistas de su obra magna Forrest Gump (1994): Tom Hanks y Robin Wright; para trazar un viaje a través de los siglos que termina resultando insustancial y deslavazado.
En el salón de una casa, distintas generaciones a lo largo de cientos de miles de años han vivido historias de amor, risa, dolor y maduración. Un viaje a través del tiempo en un único lugar.

La idea de recuperar al exitoso tándem romántico de Forrest Gumpen su trigésimo aniversario es interesante, más aún cuando se formula una revisión emocional del paso del tiempo que puede evocarla directamente. El ejercicio formal es insólito y chocante en su primera embestida, aunque desbarata un poco la composición de las imágenes por aglomeración de elementos, pero termina resultando amable, o más bien menos doloroso; aceptable. Me refiero a ese uso del tiempo, en que en el mismo plano se abren ventanas −a modo de fotografías− con acciones simultáneas que transportan a otras épocas. Es mejor verlo.

Sin embargo, sí que me cautiva la elección de un solo encuadre y un solo espacio para describir la historia de la humanidad, aunque siento que no explota la posibilidad al máximo. Puede que el formato largometraje termine siendo su ataúd, porque la película se limita a centrar la acción en la vida de Richard (Tom Hanks) y Margaret (Robin Wright), construyendo a su alrededor varias historias en distintos tiempos sin ninguna clase de desarrollo ni propósito, más que plasmar la idea de temporalidad que busca. Capas extra que no hacen más que estorbar o lastrar a la línea argumental principal. A ghost story (2017, Lowery)lo hacía bastante mejor.

A un lado las cuestiones de forma, la historia central no consigue emocionar por los constantes baches narrativos comentados, y por no ofrecer nada más allá de una biografía −testificada por ese eterno salón− bastante insulsa de sus protagonistas. Nada realmente interesante sucede y el nervio dramático potencial se ahoga una y otra vez por los vaivenes temporales de la narración. Por no hablar del rejuvenecimiento digital de los actores, no tan desastroso como el de El irlandés (2019, Scoresese) −obra mayor, aun así−, pero imposible de omitir.
El experimento de Zemeckis en Here (Aquí) es como hubiese querido llevar a su terreno la esencia de la mencionada A ghost story y la escena clímax de Memoria (2021, Weerasethakul), aprovechando para reunir de nuevo a sus queridos Forrest y Jenny. El resultado no es más que anecdótico por su forma, e insustancial y desarticulado en su totalidad.

