'Destino Final: Lazos de sangre': una gamberrada delirante

'Destino Final: Lazos de sangre': una gamberrada delirante

3’5 Butacas de 5

Es bien sabido que la muerte es inevitable. Algunos creen que estamos predestinados a cumplir un tiempo concreto y otros prefieren creer que son nuestras acciones las que determinan nuestro final. Sea como fuere, Destino Final: Lazos de sangre es una película gamberra que saca músculo de su parte más cómica para entregarnos una de las mejores películas de la delirante saga.

Acosada por una violenta pesadilla recurrente, la estudiante universitaria Stefanie (Kaitlyn Santa Juana) se dirige a casa para localizar a la única persona que podría ser capaz de romper el ciclo y salvar a su familia de la espeluznante muerte que inevitablemente les espera a todos.

Destino Final: Lazos de sangre enfrenta, tal y como lo hacían sus predecesoras, a un grupo de personajes al terrible destino del que nadie puede escapar. Es imposible escapar de la Parca, por mucho énfasis que se le ponga, por el momento, la vida eterna es un lujo reservado para la fe. La película transita los lugares comunes de la saga, resignificándolos y apostando por un humor irónico que le sienta de muerte.

Las secuencias donde los personajes son pasto de un destino fatal aprietan las tuercas de un espectador que se tensa en la butaca esperando el temido desenlace. La originalidad y la frescura son sus puntos fuertes. La película compone un crisol de secuencias memorables como el maravilloso prólogo con el que arranca la cinta. Los personajes están bien construidos y cumplen su función sin sobresalir. Al fin y al cabo, lo más importante en este tipo de películas es que todo esté bien equilibrado.

Destino Final: Lazos de sangre es la renovación de una saga que ya daba signos de agotamiento. Un resurgir valiéndose de aquello que siempre fue, humor, gore e ingenio. La película promete muertes terroríficamente divertidas y secuencias de infarto que darán mucho que hablar. Un divertimento necesario en tiempos demasiado serios.