4 Butacas de 5

Treinta años después y con ocho películas a sus espaldas, Tom Cruise está de vuelta para obsequiarnos con una de las sagas de acción de espías más exitosas. Misión Imposible es ya una marca registrada reconocida por cualquiera; lejos queda ya aquella primera entrega dirigida por Brian de Palma. Christopher McQuarry, que parece haberle cogido el gusto a dirigir las películas de la saga, se pone a los mandos de una nave que avanza a una velocidad vertiginosa. Misión Imposible: Sentencia Final es una oda al suspense y al cine de acción clásicos. Una entrega que juega todas sus catas en una pseudodespedida emocionante.

La historia arranca donde lo dejó la anterior, el agente Ethan Hunt (Tom Cruise) lucha en las sombras para impedir que un programa de inteligencia artificial conocido como “La Entidad” se haga con el control absoluto del planeta, avocándolo a su inevitable autodestrucción.
Misión Imposible: Sentencia final sabe conjugar todo aquello que funciona de las anteriores entregas. El montaje paralelo es su mejor baza a la hora de programar la siempre delicada ecuación del suspense. La película acierta al canalizar todos sus esfuerzos hacia dos potentes secuencias de acción que se erigen como pilares de una película que, por momentos, acusa de demasiada nostalgia. Y es que la cinta emplea demasiado esfuerzo en empujar al espectador hacia la emoción, dejando de un lado lo orgánico y espontáneo. Sin duda, la sobreexposición y los recursos baratos (flashbacks) impiden que suba un escalón más.

La película es incomprensible si no se conoce aquello que la precede. Misión Imposible: Sentencia Final se estructura como una compilación de decisiones que Ethan Hunt ha tomado a lo largo de la saga. Durante sus casi tres horas de metraje, el argumento transita por escenas memorables de la saga, recuperando momentos icónicos y apelando a aquellas primeras películas. Lo que queda claro es que Tom Cruise, a sus sesenta y dos años, sigue en plena forma. Empeñado en hacer las escenas de riesgo, su personaje no solo desprende seguridad y carisma, sino que trasmite su devoción.

Misión Imposible: Sentencia Final pone por octava vez consecutiva, el destino del mundo a manos del agente Ethan Hunt. Una película de acción que no defrauda y que contiene dos secuencias que mantendrán a los espectadores agarrados a la silla conteniendo una respiración agitada.
