3’5 Butacas de 5

Una misma receta en manos de dos cocineros que cuentan con las mismas herramientas nunca sabrá igual. Los ingredientes son los mismos, las cantidades también, incluso los utensilios empleados, sin embargo, algo los diferencia. La mano del chef es determinante. A pesar de todo, puede que las diferencias sean tan mínimas que un paladar poco habituado sea incapaz de detectarlo. Sin embargo, para los que esta no sea su primera vez en el restaurante del cine de acción, sabrán apreciar la diferencia y verán como su apetito reconoce enseguida los ingredientes machacados. Ballerina es un sucedáneo del universo John Wick, un intento por refrescar una saga importante para el cine de acción con nuevos aderezos, pero bajo la misma receta.

Eve Macarro (Ana de Armas) es una asesina entrenada por la Ruska Roma desde su infancia, la misma organización criminal encargada del adiestramiento de John Wick. En esta violenta historia de venganza, Eve intentará por todos los medios averiguar quién está detrás del asesinato de su padre. En su lucha por conocer la verdad, tendrá que atenerse a las normas de la Alta Mesa y, por supuesto, a las del Hotel Continental, donde descubrirá que existen secretos ocultos sobre su pasado.

Ballerina revisita todos y cada uno de los lugares comunes de un universo que empieza a dar síntomas de cansancio. La gallina de los huevos de oro está siendo exprimida al máximo. No obstante, parece que la saga resiste, pues la película consigue regalarnos un puñado de momentos memorables. Y es que su punto más fuerte es cuando, liberado de cualquier cadena, rompe los esquemas de unas secuencias trilladas. Ballerina tiene destellos del gran cine de acción y consigue completar el que quizá fuese su mayor reto, sorprender al espectador.

La cinta se aprovecha de una Ana de Armas entregada a la causa para desplegar el poderío visual característico de la saga valiéndose de la riqueza disponible dentro del universo de John Wick. Personajes, localizaciones, situaciones, todo está cuidado al detalle para que este plato no pierda nada del sabor característico de un producto prefabricado. Su punto más débil, como no podía ser de otra manera, es un guion trillado que no lleva a ninguna parte. Una copia descarada de las plantillas más sonadas del cine de acción para atravesar unas cuantas secuencias que merecen la pena.

Ballerina, en su conjunto, es una película muy entretenida. Un plato diseñado para gustar que encandilará de nuevo a los fans del género. Como divertimento es perfecta, sin embargo, le falta un puntito de narración. Tampoco se trata de que una peli de acción se convierta en un dramón, pero sí que nos lleva a alguna parte y que se moleste en presentar a un villano lo suficientemente interesante como para sentir su amenaza.
